Andrés Amorós recomienda en la Es la mañana de Federico, programa de esRadio, leer Sobre la autonomía política de Cataluña (Tecnos), el libro que habría que recetar a la casta política. En este libro se reúnen los textos decisivos de Manuel Azaña sobre la autonomía de Cataluña desde que, aún en la monarquía, promete que la República reconocerá todas las aspiraciones catalanas. Sus intervenciones fueron decisivas en los debates parlamentarios que perfilaron el Estatuto de autonomía de 1932. Además, se incorporan a esta recopilación los textos de los diarios personales de Azaña durante la guerra civil, en los que culpa a Cataluña de una grave deslealtad con la República y llega a poner en duda el porvenir de la autonomía en el futuro.La selección de textos va precedida de un estudio introductorio de Eduardo García de Enterría, maestro del Derecho.
Entre los diez textos de Azaña, destacan tres. En primer lugar, su discurso como presidente del Gobierno el 27 de mayo de 1932 en el debate parlamentario sobre el proyecto de estatuto de Cataluña; en segundo lugar, sus anotaciones en el "Cuaderno de la Pobleta" (1937); y en último lugar dos de la serie "Artículos sobre la guerra de España", algunos que no llegaron a publicarse.
Azaña comienza tratando el tema de Cataluña con enorme generosidad –o ingenuidad–: "La libertad de Cataluña y la de España son la misma cosa". Pero cambió de actitud al ser Presidente del Gobierno y comprobar la sistemática deslealtad.
Enterría resume ese cambio: "Terrible frustración que siente cuando comprueba, ya en la guerra civil, y, sobre todo, en su trágico final, la deslealtad profunda con que Cataluña había respondido a la generosidad de los republicanos, rompiendo el pacto expreso que se inició en San Sebastián en 1930, continuó en la elaboración de la Constitución de la República y se formalizó solemnemente en el momento mismo de la aprobación del Estatuto catalán".
Estas son algunas frases de Manuel Azaña:
Concepto incompatible con la Constitución que Cataluña sea un Estado: son España, es una parte del Estado español (Pág. 126).
La mayor desgracia que le pudiera ocurrir a un ciudadano español sería atenerse a su vascuence o su catalán y prescindir del castellano (Pág. 138).
Lerroux no aceptaría una decisión que mermase o quebrantase la unidad nacional, con la cual, naturalmente, todos estamos de acuerdo, y tiene la valla infranqueable de la Constitución para que no se cometa tamaña falta (Pág.144).
Los ciudadanos de la República nunca tendrán derechos menores de los que tengan los catalanes.
Responde a la Comisión:
Sólo había y hay un camino: la Constitución.
Nadie en la Cámara se atrevió siquiera a invocar el derecho de autodeterminación:
Es pensando en España, de la que forma parte integrante, inseparable e ilustrísima Cataluña, como se vota la autonomía.
Azaña da una sola consigna a Negrín, al nombrarle Presidente de Gobierno: recuperar los poderes que al Estado reservan la Constitución y las leyes, en Cataluña, y poner coto a los "excesos y desmanes" autonómicos.
Cuaderno de la Pobleta
La opinión pública catalana no se manifiesta porque la aterrorizan… Todo este sistema ha sido destruido. No puede admitirse que la autonomía se convierta en un despotismo personal, ejercido nominalmente por Companys, y, en realidad, por grupos irresponsables que se sirven de él. (Pág.204).
He asistido en Barcelona, estupefacto, a la más desatinada aventura que se puede imaginar (Pág. 213).
No se han privado de ninguna transgresión, de ninguna invasión de funciones (Pág. 215).
La Generalidad ha vivido en franca rebelión e insubordinación, y, si no ha tomado las armas para hacerle la guerra al Estado, no ha sido por falta de ganas, porque la intención está conocida (Pág. 216).
En fin de cuentas, ocurre que la Generalitat se ha desbordado. Hay que volver al cauce normal (Pág. 217).
Las extralimitaciones y abusos de la Generalidad son de tal índole, que no caben ni en el federalismo más amplio: Delegaciones de la Generalidad en el extranjero… (Pág. 218).
La misma pretensión que ustedes podrían ostentar Cuenca y Almería (Pág. 221).
Ese sentimiento deprimente de pueblo incomprendido y vejado, si yo fuese catalán, ese sentimiento me avergonzaría (Pág. 222).
La salvación y el prestigio de la autonomía depende de ustedes. No han sido ni el Estado ni los ‘centralistas’ quienes los han comprometido (Pág. 223).
Carta de las Naciones Unidas
García de Enterría plantea el tema de la Carta de las Naciones Unidas y destaca que "reconoce el derecho de autodeterminación para el proceso de descolonización, ya concluido, pero no lo ha reconocido ni en un solo caso de desmembración de un Estado democrático y consolidado históricamente".
Y cita la resolución 1514 de la Asamblea General: "Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de las Naciones Unidas" (Pág. 34).
Manuel Azaña. Sobre la autonomía política de Cataluña, selección de textos y estudio preliminar de Eduardo García de Enterría, Madrid, ed. Tecnos, 2005, 244 págs. ISBN: 84-309-4353-6.