Hace tres años, cuando Javier Marías publicó la que es hoy su penúltima novela, situó la acción en un tiempo pasado, rompiendo con su habitual estilo de hacerlo en una época contemporánea. Ahora, cuando acaba de publicar un nuevo libro, ha hecho lo mismo. Dice que los "conflictos, ambigüedades y complejidades" que de verdad le interesan cada vez resultarían menos verosímiles en la época actual. "No estoy dispuesto a escribir novelas bobas como hay muchas hoy en día", apostilló.
"Se ha producido un fenómeno de superficialidad y no me refiero solo a las generaciones de jóvenes", aseguró el escritor. "Tiene que ver mucho con las prisas y la inmediatez. La falta de atención comienza a ser endémica", añadió, al punto que reconoció que le sorprende la incapacidad de algunos para entender artículos periodísticos o incluso mensajes de texto.
"La gente se ha habituado a pensar cada vez menos y lo acepta cada vez más. La sociedad es cada vez más puritana e hipócrita. No piensa por sí misma. El panorama no es nada halagüeño y hablo de jóvenes y no tan jóvenes", dijo. "El grado o los medios para manipular que hay hoy en día no tienen parangón. Si Goebbels hubiera tenido Twitter o Facebook, la guerra la hubieran ganado los nazis", añadió a este respecto.
Marías reiteró que ha habido una"deliberada destrucción del sistema educativo"desde hace al menos 25 años y criticó la cierta sumisión ante este problema.
Berta Isla (Alfaguara) es una novela de espías sui géneris en la superficie con una "historia de una espera" como fondo. También aborda las circunstancias que obligan a una persona a hacer algo que en realidad no quiere. "La principal razón es el miedo. También la juventud. Los jóvenes son crédulos, manipulables y asustadizos", expresó.
"En la literatura todos somos intrusos"
El autor es de los que siguen escribiendo a máquina. Cada vez que finaliza una nueva novela, y van quince, Marías confiesa que decide no volver a escribir, un pensamiento "pasajero", claro está. "Últimamente hay un aluvión de presentadores de televisión que escriben novelas. No tengo nada en contra, en la literatura todos hemos sido intrusos. Ahora bien, como todo el mundo sabe leer y escribir, todo el mundo considera que puede escribir una novela. Me asombra porque las mías llevan mucho trabajo y me resultan muy difíciles de hacer".
El título remite al nombre propio de la protagonista, una suerte de Penélope a la espera de su Ulíses. Berta Isla y Tomás Nevinson se conocieron muy jóvenes en Madrid. Aún no sospechaban que los aguardaba una convivencia intermitente y una desaparición. Por sus dotes, Tomás atrae las miradas de los servicios secretos de inteligencia. Un día cualquiera, "un día estúpido" que se podría haber ahorrado, condicionará el resto de su existencia y la de su mujer. "Me atraía adentrarme a este tipo de historias de personas, tradicionalmente hombres, que se van, desaparecen, a veces vuelven, otras no. Tradicionalmente eran hombres que se iban a la guerra, a la mar o a una expedición", explicó Marías.
"Las esperas son adictivas", continuó. "Cuando terminan, bien porque llega lo esperado o porque se pierde la esperanza, es difícil dejar de vivir en la espera, se añora ese periodo en el que todo es posible".
Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó.
Berta Isla (Alfaguara) concentra la esencia del universo literario de Marías pues rescata temas, escenarios e incluso personajes de anteriores libros. La novela da un paso más allá en la exploración narrativa sobre el mundo de la pareja abierta por el autor con sus dos novelas anteriores, Los enamoramientos (2011) y Así empieza lo malo (2014).
Javier Marías. Berta Isla. Alfaguara, 2017. Precio: 21,90 € Páginas: 552.