David Gistau ha visitado este martes Es la mañana de Federico de esRadio para presentar, junto a Andrés Amorós, su última novela, Golpes bajos (La esfera de los libros).
Federico Jiménez Losantos ha introducido la sección señalando que "el boxeo es un arte perdido y es un espectáculo inigualable en muchos aspectos y que, por alguna razón, ha cautivado siempre a los escritores". Acto seguido, Amorós ha recomendado algunos "libros magníficos" sobre este deporte: Knock out: tres historias de boxeo, de Jack London, donde se muestra "el boxeo como metáfora de la vida"; Más dura será la caída, de Budd Schulberg, "la novela más fidedigna del boxeo"; El combate, de Norman Mailer, que narra el enfrentamiento entre Muhammad Ali contra Forman en Zaire en 1974 –"Clay es un personaje de novela extraordinario"–; La edad de oro del boxeo: 15 años de leyenda, de Manuel Alcántara, o Campo del gas, de José Luis Garci.
Amorós ha descrito Golpes bajos como "una novela americana, entre comillas, en blanco y negro. Me recordó lo que hace Garci con El crack". Ya en la entrevista, Gistau ha dicho que "el boxeo de este libro está degradado por la cutrez del boxeo nacional, machacado por la progresía". "En el libro de estilo de El País no te prohíben hablar de boxeo; puedes hablar cuando la noticia es negativa", ha lamentado.
El periodista ha declarado que le interesaban para el libro los "antagonismos sociales" y que ha intentado mostrar cómo "el personaje del Lucero se pasa a la calle Serrano, y al revés". Por su parte, Amorós ha destacado detalles como, por ejemplo, "que, tras una escena de Tarantino, uno de los sicarios coja una caja de bollos". "Lo que más me ha gustado, los dos combates de boxeo. Eso lo conoce muy bien y domina 20.000 detalles. Como lo conoce, no se lanza a hacer retórica barata", ha añadido.
Según Gistau, no hay personajes reales en el libro, salvo uno, Loquillo: "Lo he hecho sin su permiso, espero que no se enfade. Es la única persona real que aparece en el libro".
Finalmente, el periodista ha dado algunas pinceladas de su último viaje a Estados Unidos: "Para un entomólogo humano, es maravilloso". Por un lado, la América pro-Trump, "tipos con la gorra roja, gente que reza, que, cada vez que se cruza con un militar, lo saluda…"; por otro, la anti-Trump, con Washington como epicentro: "Washington, como ciudad, no puede ser más hostil a Trump".