'El librero', un negocio singular

Aunque su nombre no sea muy fácil de recordar, por lo menos para los hispanos, miles de lectores siguen con fervor a Roald Dahl. Baste con recordar unos pocos títulos: Los gremlins, Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Las brujas; para adultos, Relatos de lo inesperado... Con eso basta para situarlo: un escritor inglés –galés, de Cardiff– caracterizado por el humor irreverente.

Se cumple este año el centenario de su nacimiento. Su vida (1916-1990) también fue novelesca: sus padres, noruegos, le dieron ese nombre por el explorador Amundsen. Vivió en Tanganica como alto empleado de la Shell. Durante la guerra mundial, ingresó en la RAF y sufrió un grave accidente, con fractura de cráneo. que le hizo perder la vista durante un tiempo: lo primero que volvió a ver fue el rostro de una hermosa enfermera... y se casó con ella; luego, lo hizo con la actriz Patricia Neal (la inolvidable protagonista de El manantial, junto a Gary Cooper). Algunas declaraciones suyas dieron lugar a grandes polémicas: por ejemplo, se le acusó de antisionista. Como uno de su hijos padecía hidrocefalia, realizó investigaciones sobre esta enfermedad... ¡Qué cantidad de cosas diversas!

Sus libros, ilustrados por Quentin Blake, se han hecho populares en el mundo entero y han dado lugar a famosas películas. Lo más peculiar, quizá, es que sea autor de culto tanto para lectores juveniles como adultos.

Nórdica acaba de publicar una preciosa edición, con muy bonitas ilustraciones de Federico Delicado, de una novela corta de Dahl, El librero. En el centro de Londres, existe una librería de viejo muy peculiar. Al dueño no le preocupa que los clientes se lleven los libros sin pagar: ha descubierto y practica otro negocio, mucho más productivo, que le permite tener abiertas casi cien cuentas bancarias distintas... No voy a revelar el truco, por supuesto. Sí les aseguro que Roald Dahl nos proporciona un rato de diversión inteligente.

Roald Dahl: El librero, ilustraciones de Federico Delicado, traducción de Xesús Fraga, Madrid, Nórdica Libros, 2016, 67 páginas, 19’50 euros. ISBN: 978-84- 16440-63- 4.