El martes 15 de marzo, a las 18:00 horas, se presentará en la Puerta del Sol de Madrid el libro Preso pero libre. Notas desde la cárcel del líder venezolano Leopoldo López. Intervendrán el escritor y Nobel Mario Vargas Llosa, Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, Felipe González, expresidente del Gobierno de España, Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, y José Miguel Vivanco, director de la división de las Américas Human Rights Watch.
A la segunda fue la vencida
Leopoldo se puso a escribir pronto, para sobrevivir a la pena de soledad e incomunicación propinadas por el régimen bolivariano de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional. Es su rehén político. Una y otra vez le han confiscado violentamente los diarios, y una y otra vez ha vuelto a escribirlos. "El robo de mis notas fue parte de la estrategia para robarme también la esperanza y la fe".
Estamos ante un diario inédito y clandestino. Apuntes, notas, libretas y dibujos. Una de las dos hermanas de Leopoldo, Diana, a la que intentaron secuestrar en octubre, se niega a desvelar cómo consiguieron sacar los textos. Sonríe. Nos desvela a cambio, para que nos hagamos una idea, que la dedicatoria del libro se la tuvo que aprender de memoria, verso a verso. Era la forma más invisible y segura de escaqueársela a los verdugos.
A las víctimas de la violencia, de la persecución y represión
A los presos políticos, presos de conciencia
A los exiliados
A quienes piensan distinto
A quienes luchan a diario por una mejor Venezuela
Chávez lo inhabilitó y Maduro lo encarceló
Leopoldo López lleva en el punto de mira desde hace un lustro. Tiene 45 años. El Día de la Juventud, en febrero de 2014, se produce una gran marcha pacífica en Caracas en la que el político local López se perfila como líder blanco de la oposición. Fuerzas paramilitares y del Servicio de Inteligencia matan a medio centenar de personas. No había marcha... atrás. Pasa cinco días escondido. Ha sido acusado de instigación pública, homicidio y terrorismo. Finalmente se entrega en una plaza llena de gente. "Tenemos que construir una salida a este desastre" le dice a la multitud.
Ahí empieza el calvario. Cabello hace de chófer del vehículo que le lleva por primera vez al Palacio de Justicia. ¿Para qué disimular la separación de poderes? Primero la prisión preventiva y luego la definitiva, con una sentencia pasada de cocción de más de catorce años.
Leopoldo lleva dos en la prisión militar Ramo Verde bajo "un candado Cisa de los más grandes" que ha visto. El primer juicio duró 12 horas. Se celebró en un autobús, un tribunal móvil,
que estacionaron a las puertas de la prisión, supongo que para cumplir con la formalidad de ser juzgado fuera de un penal militar". Durante la audiencia "los fiscales no me miraron a los ojos", cuenta. "Al final, uno de ellos, Franklin Nieves, se acercó y me dijo: "Lo siento mucho". Me ofreció un chocolate y unos caramelos de menta. Los recibí y me dije que aquel hombre sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero era prisionero del sistema, de la dictadura, tanto como lo podía ser yo.
El libro desvela episodios fétidos
Ha pasado por una huelga de hambre. Negligencia médica. Desde 2003 no puede entrar la Cruz Roja en las cárceles. Ha protestado contra el maltrato,
por esta decisión los presos empezaron un "barrotado", una protesta ruidosa, inmensa. Escuchamos ruidos en la azotea y repentinamente entraron por nuestras ventanas bolsas de excremento humanos.
En todo momento está siendo grabado: imagen y audio. Incluidas las conversaciones con su abogado.
A las siete de la tarde nos permiten ir donde están los teléfonos públicos y hacer la llamada diaria. Claro, la llamada es a tres orejas que la DGCIM graba y revisa. Un día llegaron a mi celda con una sanción de quince días de aislamiento total por haber realizado una llamada de contenido político.
"Diez candados me separan de la calle"
De una celda de castigo o "tigrito" en un edificio anexo "sumamente deteriorado, con paredes y techos quemados, llenos de basura y descuido" pasó a una minúscula y sin sus lecturas.
Entre las violentas requisas en las que me han quitado todo, los libros los encerraban en una celda justo frente en la que me tienen secuestrado, como si fuesen otros prisioneros.
Más del 70 por ciento de los presos del país no son procesados, es decir, "no han sido condenados, están en espera de justicia". Reflexiona Leopoldo López: "Se aprende a reconocer la mayor fuerza que debemos dominar para mantener la estabilidad emocional: el tiempo". ¿Es casualidad que una de las juezas elegidas por el Régimen se llame como una de sus hermanas? La tortura tiene tantas escalas…
El pajarito de Maduro, el gavilán de Leopoldo
Maduro habló con su pajarito. Una imagen... qué imagen. Un pájaro cualquiera entró en la capilla de la ciudad natal de Chávez y Maduro, inspirado, vio en la inocente ave la reencarnación del gran líder bolivariano. Lució ante las masas uno, aún más falso, tieso en un sombrero de paja.
En su estancia en la cárcel, Leopoldo ha conseguido domesticar un gavilán que le arrebataron uno de los días; su familia le ha ido llevando varios periquitos que sueltos por la celda ponen banda sonora a Ramo Verde.
Leopoldo López (1971) está casado y tiene dos hijos, Manuela y Leopoldo. Es el fundador del partido Voluntad Popular. Fue alcalde del municipio de Chacao entre 2000 y 2008. Se quiso presentar a la alcaldía de Caracas pero fue inhabilitado por Hugo Chávez, una decisión que varias instituciones internacionales declararon injusta e inconstitucional. En las elecciones municipales de 2013, Voluntad Popular, con Leopoldo a la cabeza, se convirtió en el partido de la oposición con mayor número de alcaldías en el territorio nacional.
"Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, pues bien valdrá la pena".