Trabajé como asesora técnica del distrito de Tetuán en la legislatura 2007-2011. Paloma García Romero presidía el distrito. Paloma se ha distinguido siempre en política por potenciar mucho la cultura, tanto que tan solo voy a detallar alguna de las muchas acciones que se hicieron esos años para que sirva como referencia y no para aburrir al lector.
Todos los nombres utilizados para denominar bibliotecas, centros culturales, premios, etc. tienen sentido y explicación y están unidos al distrito de Tetuán, bien porque los personajes nacieron en él o fueron vecinos del mismo, o tienen obra expuesta de manera permanente. En esos años se crearon dos salas para conciertos, conferencias o exposiciones con los nombres de Juana Francés y Pablo Serrano, aprovechando unos espacios que no se utilizaban en la Junta de distrito. Asimismo se puso en marcha la Biblioteca María Zambrano, la primera en Madrid con servicio de préstamos de libros digitales, el Centro Cultural Eduardo Úrculo y el auditorio Joaquín Rodrigo donde se programaron obras de teatro, zarzuela, música y numerosas actividades, además de tener cobijadas en sus instalaciones compañías residentes de danza y baile, actividades acogidas con gran entusiasmo por parte de los vecinos de la zona que pueden presumir del cambio producido en un barrio en el que la droga fue indeseada protagonista y a día de hoy tiene uno de los edificios más modernos y bonitos que hay en Madrid dedicado a la vida cultural.
También se convocaron premios como el certamen literario Leopoldo de Luis, de poesía y relato corto, y el Premio Jaime Campmany, de columna periodística y viñeta.
Con gran pena recibo la noticia de la desaparición de este último premio, me lo cuenta Nuria Richart y debo decir que no me extraña porque el gobierno actual del Ayuntamiento de Madrid se caracteriza por el sectarismo y persecución de la libertad de expresión y demuestra especial ojeriza contra los medios de comunicación. Quiero aclarar que la convocatoria y organización de esta actividad tenía un coste de 6.000 € menos de presupuesto que el certamen Leopoldo de Luis, que no sé si tendrán intención de suspender, quizás no, porque este les suena más cercano a sus ideas.
¡Hablemos de Jaime Campmany!
El premio lleva su nombre porque fue vecino del distrito y se pensó acercar a los escolares del distrito el oficio periodístico. Podían participar colegios públicos, concertados y de educación especial, a través de la elaboración de una columna periodística o viñeta sobre el tema que cada año se proponía.
El Jurado de cada edición estuvo compuesto por representantes de la Facultad de Ciencias de la Información, asociaciones de profesionales de radio y televisión, medios de comunicación, etc. Además los ganadores y finalistas veían sus obras reunidas en un libro que se publicaba y distribuía en colegios e institutos. En la entrega de premios a los ganadores se proyectaban las viñetas y leían las columnas periodísticas por parte de los propios alumnos. La participación siempre ha ido en aumento, detallo a continuación la evolución de las cuatro primeras ediciones del premio, por ser las que se celebraron en los años en los que estuve trabajando en el distrito de Tetuán.
- 2007: 1.318 trabajos
- 2008: 1.245 trabajos
- 2009: 1.342 trabajos
- 2010: 1.558 trabajos
De todo lo vivido y hecho, elijo dos momentos que me han marcado. El primero es el instante en el que salían los alumnos de educación especial a recoger sus premios, rostros que mostraban una alegría y una felicidad desbordante.
Tetuán es un distrito en el que hay mucha inmigración y la mayoría de los concursantes y de los ganadores eran de origen extranjero y humilde. El Corte Inglés regalaba libros, material escolar para los colegios y cheques regalo y la entrega de premios se realizaba cuando los escolares iban a iniciar las vacaciones de Navidad.
Y aquí llega el segundo momento porque tuvimos que explicar a la mayor parte de ellos qué era una tarjeta regalo y cómo podían utilizarla. Algunos no nos creían pero probaban por si acaso era cierto que hubieran ganado algo en su vida y más de uno luego venía a la Junta de Distrito o comentaba en su colegio que era verdad y que era el mejor regalo de Reyes Magos que había tenido nunca.
Escribir en pasado me parece mentira porque, con pocos medios, se lograron grandes resultados; escribieron, pintaron, pensaron y concursaron los peques, los coles coordinaron la participación, funcionarios y personal político organizaron y sentaron las bases, el jurado corrigió, las instalaciones municipales se utilizaron y todo se recogió en libros y además hubo regalos.
Conchita, la mujer de Jaime Campmany, nos había recibido en su casa y permitió utilizar como portada del libro que recogía todos los trabajos ganadores una viñeta de Mingote en la que aparecen Campmany, Ussia y Mingote y, además, pudimos disfrutar de ese exquisito jamón con el que obsequia a sus invitados y del cual yo pienso tomarme un poco a la salud de Jaime, a ver si mientras tanto este grupo de sectarios analfabetos no arrasa con todo lo bueno que se ha hecho.