Stendhal es, sin duda, uno de los grandes narradores universales. Modestamente, yo siento por él gran debilidad: me parece un maestro de prosistas, una lectura recomendable para todos los que quieren ser escritores.
¿Cuál es su secreto? Posee una sensibilidad desbordante, que le empuja al amor, a la comunión con la naturaleza, al deleite ante la belleza femenina y el arte. Pero no se deja arrastrar por esa sensibilidad, verdaderamente romántica, sino que, constantemente, intenta ponerle freno, con su análisis lúcido. Así, alcanza una singularísima combinación de romanticismo y realismo.
Lo que más odia, como escritor, es la retórica, que identifica con hipocresía y falsedad. Busca la precisión, la claridad, la verdad. Cuando descubre, emocionado, la Plaza de San Pedro, intenta darnos "detalles exactos".
Lo más recomendable de Stendhal, por supuesto, son sus dos grandes novelas, El rojo y el negro y La cartuja de Parma; también, el libro que tanto escandalizó, Sobre el amor, con su teoría de "la cristalización" (el autoengaño con que atribuimos a la persona amada cualidades que sólo imaginamos).
No conocía yo, sin embargo, esta novela corta, El arca y el fanstama, de 1830, casi coetánea de El rojo y el negro. Está ambientada en Granada, en la "ominosa década" absolutista. Un terrible jefe de policía, don Blas Bustos, antiguo guerrillero, se enamora de la joven Inés y consigue, por los procedimientos más ruines, casarse con ella. Pero reaparece Fernando, su antiguo novio... Una historia casi "gótica", de pasiones terribles, contada con sabias elipsis. Curiosamente, dió lugar a una película, hoy muy olvidada: El tirano de Toledo (1953), de Decoin y Fernando Palacios, con Alida Valli y el mejicano Pedro Armendáriz.
No debe extrañarnos la ambientación española. (LLegué a ser amigo de la gran stendhaliana española, su traductora y biógrafa, Consuelo Berges). Aunque la pasión de Stendhal fue Italia, España se había puesto de moda, en el romanticismo, por su lucha contra Napoleón; y, dentro de eso, Granada, la cumbre de las singularidades que buscaban los románticos. Pero Stendhal no se queda en el pintoresquismo superficial: bucea en el fondo oscuro de nuestros corazones. Esta novela corta, editada con mucho gusto, con bellas ilustraciones de Esther Saura Múzquiz, la puede leer con interés cualquier lector, desde la adolescencia. Y puede muy bien servir de pórtico de entrada a las grandes obras maestras de este narrador único.
Stendhal: El arca y el fantasma. (Aventura española), ilustraciones de Esther Saura Múzquiz, Madrid, eds. Gadir, 2014, 70 págs, 15 euros. ISBN: 978-84-942443-3-9.