El tesorero del Partido Papilar ha robado el dinero de las arcas de la formación, el Ministro del Peculio recurre a la TIA para encontrar la pasta y al caco, y Mortadelo y Filemón son los brazos ejecutores de la tarea. En esa trama nos sitúa Francisco Ibáñez en El tesorero (Ediciones B, 2015), último álbum de los dos agentes más idiotas, entrañables y divertidos de la historia del cómic.
Durante la presentación de la criatura, en el Círculo de Bellas Artes, Ibáñez habla deprisa y feliz. El tesorero sale a la venta este miércoles, y este martes ya tiene una tirada acumulada de 50.000 ejemplares. "No había visto en mi vida una reedición antes de que se publicara un álbum mío", dice. En el cómic se cuelan las preferentes, los individuos que se enriquecieron a costa de la política, el trato de favor a determinadas empresas, nombres y personajes ficticios que recuerdan a los de la vida real –Rojoy o Rubacalva, por ejemplo-.
Sin embargo, el autor afirma: "No he pretendido hacer crítica social, sino aprovechar un personaje –el de Bárcenas- para hacer gags con Mortadelo y Filemón. Hay mil y un gags, de todo tipo: con los dibujos, con el lenguaje... Ya hay muchos analistas políticos. Yo quiero que el lector se ría, ese es mi objetivo". ¿Ha sufrido algún tipo de censura durante la democracia, alguien se le ha quejado? Responde: "Se han podido hacer las cosas, pero es que nunca he hecho crítica sangrienta de ningún individuo".
El secreto de que perdure tanto un personaje con 60 años reside en su actualidad y en el alto número de chistes incluidos en sus obras. Ibáñez intenta que el lector se vea inmerso en el cómic, que vea reflejada su forma de vivir, de hablar, de expresarse. "Lo bueno de trabajar la actualidad –dice- es que cada tema nuevo me lo dais vosotros –se refiere a los periodistas-, la radio o la televisión". ¿Se parece la España actual a sus álbumes? "Los políticos hacen una competencia real a Mortadelo y Filemón".
El tesorero se hizo "hace tiempo, pero ha salido ahora por cuestión de programación". Ibáñez no piensa en la retirada -"Me quería jubilar yo, pero los de la editorial no me hacen caso", bromea- y ya prepara una nueva aventura de sus dos icónicos personajes: Sueldecitos más bien bajitos. Según ha avanzado, la TIA bajará el sueldo a Mortadelo y Filemón –cobrarán ocho euros a la semana-, y se verán envueltos en todo tipo de pluriempleos para poder sobrevivir.