1. Lo que queda del día de Kazuo Ishiguro.
"Una novela inteligente, delicada y hermosa, centrada en la figura de un mayordomo inglés en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Tras leer la novela, es imposible no sorprenderse de que el mejor retrato jamás hecho de un mayordomo inglés sea obra de un escritor de origen japonés. La novela es tan perfecta, que a uno le parece casi un sacrilegio que alguien se haya atrevido a hacer una película sobre ella".
2. La Luna es una cruel amante de Robert Heinlein.
"Una de las mejores novelas de ciencia ficción de todos los tiempos. Un canto a la amistad y a la libertad, que utiliza como argumento una Guerra de la Independencia en la Luna. Para quien no conozca a Heinlein, es uno de los mejores puntos de partida para iniciarse en la obra de este escritor de culto".
3. La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza.
"Tal vez la más hermosa novela que se haya escrito nunca sobre Barcelona. A través de la figura del protagonista, Onofre Bouvila, Mendoza retrata la creación de la Barcelona moderna entre finales del siglo XIX y principios del XX. Al acabar de leer esta obra, no se puede evitar sentirse estupefacto al pensar cómo el nacionalismo ha marginado a Eduardo Mendoza, por escribir en castellano".
4. Sonaron gritos y golpes a la puerta de Pío Moa.
"Preciosa novela de la guerra civil y la posguerra, que sorprenderá a quienes solo conozcan al Moa historiador. Es la crónica de una generación marcada por la tragedia, en la que el heroísmo y la maldad fueron cosa de personas individuales, más que de bandos. Una de las mejores novelas españolas de los últimos años".
5. La muerte en Venecia de Thomas Mann.
"Una novela corta, para mí la mejor, del gran escritor alemán. El retrato de los días finales del protagonista (vagamente inspirado en la figura de Gustav Mahler) sirve como hilo".