Que la lectura te acompañe ese verano.
1. Los papeles póstumos del Club Pickwick de Charles Dickens.
"Porque hay que leer a Dickens. ¿Por qué leer otra cosa existiendo Dickens? Y si sólo puedes leer una cosa del genio inglés, hay que optar por la más divertida".
2. Ana Karenina de Leon Tolstói
"Porque todas la novelas buenas lo son cada una a su manera. Porque, como ‘Madame Bovary’, trata sobre el matrimonio. Porque el matrimonio también era un espanto en el XIX y en Rusia. Porque Levin y Kitty nos convencen de que la institución puede funcionar".
3. Los hermosos años del castigo de Fleur Jaeggy.
"Una de las escritoras vivas más interesantes, más perturbadoras y que más va al grano. Una breve novela autobiográfica inteligente y cruel. Un estilo tan sencillo que sacude. Y Suiza como terrible lugar tranquilo".
4. Ravel de Jean Echenoz.
"De Echenoz me gusta todo. Sobre todo las pocas páginas de sus libros. 1914, Correr, Relámpagos y este Ravel que retrata irónicamente en cuanto trazos al compositor que se llevó 60 camisas y 25 pijamas a su gira americana"
5. Treblinka de Chil Rajchman.
"Porque siempre es posible leer algo nuevo sobre el Holocausto que te deje sin habla. Y este testimonio que Rajchman hace de su paso por el campo de exterminio es estremecedor. Después de leerlo, los ‘dentistas’ dan todavía más miedo".