Las luces y sombras de Carmen Polo

Elia Rodríguez y María Díez han entrevistado en Es la mañana del fin de semana a Carmen Enríquez, que ha retratado con todas sus luces y sus sombras la figura de Carmen Polo, esposa de Francisco Franco, en el libro La Señora del Pardo, en la Esfera de los Libros. La escritora aseguró que "no se perdía ningún concierto de Raphael".

Enríquez opina, a propósito de Carmen Polo, que si ahora "se levantara de la tumba, se volvía a morir". "Doña Carmen se casó con Franco y su familia no lo quería, porque pensaban que era una persona por debajo en clase social a los Polo. Pero luego consiguió que su hija se casase con un aristócrata, el marqués de Villaverde. Con su nieta lo intentaron con un príncipe", lo que dice mucho de la determinación de Carmen Polo. Lo que había entre ellos, dijo Enríquez a Elia Rodríguez, directora de Es la mañana del fin de semana, era un "flechazo", pese a que Franco físicamente era "poquita cosa". "Pero fue un sentimiento común, cuando se vieron en la romería se enamoraron y se creó un vínculo entre ellos que duró toda la vida".

El hogar de los Franco tenía su propia "estructura"; porque "supo buscar a la gente que favorecía los planes de Franco, y puso todo su esfuerzo en que su marido fuera ascendiendo y conquistando cotas de poder". Por ejemplo, cuando Franco estaba "destrozado" por la muerte de Carrero Blanco y el parkinson, fue ella quien le convenció de que tenía que nombrar a Arias Navarro en vez de a Nieto Antúnez. "Aún así, le costó diez días hacerlo", dijo en referencia a la cabezonería de Franco.

Carmen Franco, duquesa de Franco y la única hija de ambos, es razonable al respecto de los intentos de Polo de acercarse a la aristocracia española. Su mayor éxito en este aspecto fue el casamiento de su hija, Carmen Martínez Bordiú, con Alfonso de Borbón, una unión que duró diez años, desde el 72 al 82, y que acabó siendo un verdadero desastre. "Cuando Carmen Franco habla del fracaso del matrimonio de su hija con Alfonso de Borbón, dice que cuando se casó nunca estuvo convencida de que fuera a funcionar". Según Enríquez, Alfonso de Borbón "era una persona triste, rencorosa, frustrada, que siempre pensaba que le habían quitado sus derechos a ser el heredero. Pensaba que no tenía lo que merecía. Era mucho mayor que Carmen Martínez Bordiú y Carmencita en ese momento era muy joven, muy mona, y la convencieron porque podía ser princesa". Una "operación fallida", dijo en esRadio, que no tuvo ni pies ni cabeza.

La vida de Carmen Polo, de todas formas, transcurrió separada de la de la sociedad española, sobre todo en las primeras décadas de la dictadura. "Sobre todo en esos años cuando no había libertad y la gente pasaba hambre, ella se creó en el Pardo su propia burbuja, su camarilla y gente que la adulaba, y hacían fiestas y meriendas. Vivía en un mundo irreal. Y ella podía haber hecho mucho en favor de muchas cosas, como en favor de la mujer, pero para nada". Polo, dijo Enríquez, "era una mujer muy beata, un concepto religioso que le hizo tener presente en el dormitorio a su marido el brazo incorrupto de Santa Teresa".

La escritora de La señora del Pardo ahondó aún más en la figura de Carmen Polo ante Elia Rodríguez y María Díez, las chicas de Es la mañana del fin de semana. "Carmen Polo guapa no era, pero tenía porte: era alta y delgada y tenía figura para llevar los modelos que normalmente llevaba". "Era también ambiciosa, pero no muy inteligente. Puso todo su empeño en apoyar a su marido, pero no dio buena imagen". Mientras que Franco era un hombre austero, dijo Enríquez, ella no cumplió esa parte.

Sobre Corinna y el Rey

Enríquez también habló del supuesto disgusto del Rey a propósito de las declaraciones de Corinna a los medios, y que "más que declaraciones del Rey han sido artículos en los periódicos", ya que no se han hecho públicas directamente. "Por lógica no le puede haber gustado, las declaraciones de esta señora chocan. Dice que no quiere protagonismo pero no ha seguido el camino correcto, con entrevistas en El Mundo, ¡Hola! o Paris Match. En segundo lugar, ella dice que quiere dejar claro que no tiene nada que ver con los negocios turbios de Diego Torres, ilegítimos e ilegales, pero tampoco hacia falta. No venía a cuento".

La escritora zanjó en los micrófonos de esRadio que si las declaraciones de Corinna han sido "iniciativa propia no ha sido acertada, y si ha sido de agencia de comunicación que la está asesorando, mejor que busque otra".

La escritora y biógrafa reflexionó en directo en Es la mañana del fin de semana: "En general, las casas reales han pasado todas por momentos de crisis, lo importante es superarlo. En el caso de la inglesa fue muy profundo y hubo gente que planteó una República, pero fue más un devaneo filosófico que otra cosa. Inglaterra y la Reina están muy unidas, es impensable pensar en otro régimen".