Han pasado cien años desde que fuese perpetrado el último magnicidio de la Restauración. Fue una época convulsa, más allá de la aparente estabilidad de un sistema que duró varias décadas pero que estuvo trufado de atentados y asesinatos. Cánovas del Castillo, su arquitecto, fue tiroteado en 1897 y Canalejas en 1912, mientras era presidente del Consejo de Ministros. El propio Alfonso XIII sobrevivió al estallido de una bomba el día de su boda, en 1906. Y Eduardo Dato —el último presidente asesinado en el cargo hasta que ETA se llevase por delante el coche de Carrero Blanco— acribillado en 1921. Poco después, tras el Desastre de Annual, comenzaría la dictadura de Primo de Rivera, que terminaría con el advenimiento de la II República.
Ahora es precisamente Eduardo Dato quien ha cobrado relevancia, después de que la propuesta de Vox para homenajearlo en el centenario de su muerte haya sido tumbada por el PSOE. El diputado de la formación liderada por Santiago Abascal, Francisco José Contreras Peláez, ha denunciado en su cuenta de Twitter la argumentación del diputado socialista Vicent Sarrià Morell, que habría justificado el voto en contra de la iniciativa afirmando que, "aunque Eduardo Dato sea respetable, nosotros [por Vox] no lo somos". "Esto es el PSOE. Odio, sectarismo, negación del derecho del adversario a existir", ha añadido después Contreras, justo antes de recordar que su formación votó "a favor de una PNL del PSOE (sobre Carmen Laforet) hace meses". "Nosotros, despreciables, analizamos las propuestas una a una y las aceptamos o rechazamos en base a su contenido, no a su procedencia", ha dicho. Y ha concluido: "Los fascistas somos así. El PSOE es la maldición de España".
1) VOX presentó hoy una PNL pidiendo la conmemoración del centenario del asesinato (por anarquistas) de Eduardo Dato, presidente del Gobierno de España (1921). @SarriMorell (PSOE) intervino para decir: Dato es un personaje respetable, digno de homenaje. Pero ellos votarían en..
— Fco. J. Contreras (@fjconpe) February 18, 2021
Eduardo Dato, destacado político del Partido Conservador, fue tiroteado por un grupo de pistoleros anarquistas el 8 de marzo de 1921, a la altura de la Plaza de la Independencia de Madrid, mientras se dirigía a su domicilio en coche.