Madrid tendrá su propio museo sobre la herencia Judía española, que estará en el edificio en el Paseo del Prado que hasta hace unos meses estaba okupado y era conocido como La Ingobernable.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha anunciado este jueves el acuerdo que dará origen a este museo, que han firmado el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Hispanojudía, que será la responsable de la institución.
El acuerdo prevé que la Fundación sea la que financie por completo la creación del Museo, por lo que este tendrá coste cero para los ciudadanos de Madrid. Sin embargo, además de una dotación cultural importante y con la que cuentan ya la mayor parte de las capitales europeas, el Museo puede ser útil para apuntalar la candidatura presentada por Madrid para que el Paseo del Prado y el Retiro sean considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El convenio prevé una cesión de 50 años del espacio, que será reformado por completo para dar cabida al propio museo y a un centro cultural de carácter público.
Según ha podido saber Libertad Digital, la Fundación Hispanojudía ya dispone de propuestas arquitectónicas para la reforma del edificio, que por supuesto se van a hacer respetando las limitaciones arquitectónicas que marque la normativa aplicable al edificio, que data de 1925. Se prevé un plazo de no menos de dos años para la realización de las obras.
El Museo Hispanojudío albergará una colección permanente sobre la historia de la presencia judía en nuestro país y en todo el mundo, a partir de piezas y documentos que en la actualidad se encuentra en museos judíos de todo el mundo y, especialmente, en colecciones privadas que así podrán ser disfrutadas por el público. Además, se organizarán frecuentes exposiciones temporales sobre diferentes temas, siempre alrededor del mundo judío.
De problema vecinal a equipamiento cultural
El edificio en el que estará el Museo Hispanojudío estuvo okupado durante varios años entre 2017 y noviembre de 2019 y con la connivencia del Ayuntamiento entonces presidido por Manuela Carmena.
Con la llegada de José Luis Martínez-Almeída a la alcaldía se agilizaron los trámites legales para el desalojo, que finalmente tuvo lugar el 13 de noviembre del año pasado. Tras recuperar el edificio, que es de titularidad municipal, el consistorio recupera la idea de destinarlo a un equipamiento cultural de alta calidad, que ya se había intentado siendo alcaldesa Ana Botella, cuando incluso se llegó a un acuerdo para poner en marcha un museo de arte y arquitectura que finalmente no llegó a buen puerto.