Dos años después (1970), en una estancia mía en Praga, comprobé que las sonrisas, también las de los niños, seguían revestidas de una profunda tristeza.
El inicio de la obra de esta catedral dio comienzo en el siglo XII, año 1124, a instancias del primer obispo y señor de Sigüenza, después de la Reconquista. Se prosiguieron las obras a través de la Baja Edad Media, quedando completo el edificio en el siglo XV. Este año se cumple el 850 aniversario de la consagración de esta emblemática catedral.