Por primera vez en la historia, más de 600 objetos originales se exponen en la primera exposición itinerante sobre Auschwitz coproducida por Musealia y el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau; un recorrido por uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad. Exposición necesaria que abrirá sus puertas el 1 de diciembre en Arte Canal, Madrid, y permanecerá abierta al público hasta el 17 de junio de 2018.
En Gudvangen, un pequeño valle del interior del fiordo deSogn, en Noruega, se ha construido un pueblo imitando al detalle a una aldea vikinga de hace 1000 años, siendo habitado por decenas, de lo que podría denominarse 'vikingos modernos'. Rodeado por un espectacular paisaje natural, con paredes casi verticales de 1500 metros de altitud, agua fría y cristalina y un horizonte de verdor infinito, ya de por sí son alimento para la imaginación de quien desea regresar al pasado de este paraíso terrenal sin piedad.
Los mapas son objetos fascinantes. Su magnetismo es universal. Su atractivo procede de la ilusión que generan, de su gran poder evocador: la soledad de una isla remota, el acceso a una región desconocida, la visión panorámica y omnisciente. La BNE custodia fondos cartográficos de valor inestimable: mapas manuscritos, incunables, grabados, atlas, cartas náuticas y cientos más. Se exponen hasta el 28 de enero.
Localizado cerca del principio de la Rue Caulaincourt en la plaza Clichy, el cementerio del barrio de Montmartre, enParís, conocido como barrio de los pintores, se inauguró en 1925 y actualmente se encuentra ubicado casi bajo el nivel de las calles, incluso una carretera transita por encima de este campo santo. El cementerio es la imagen fúnebre del París artístico, musical y romántico de la época, que se traduce en algunas de las tumbas más originales de Europa. Algunos de los nombres más ilustres enterrados en el cementerio parisino son Hector Berlioz, Dalida, Edgar Degas, Alejandro Dumas, Francois Truffaut o Emile Zola. En los alrededores del cementerio santo se encuentran varios puntos representativos de París, como el Moulin Rouge, la basílica du Sacré-Cœur, el barrio de los pintores o la Ópera Garnier. Un barrio para pasear sin horarios, perderse o incluso vivir durante una temporada.