El director del museo del campo de concentración de Auschwitz, Piotr Cywinski, lanzó un llamamiento a los ciudadanos alemanes y austríacos para que entreguen al museo documentos, fotos, cartas o cualquier otro material relacionado con los vigilantes de las SS que trabajaron en Auschwitz-Birkenau.
"Sin un análisis exhaustivo de esta documentación y sin poder comprender los motivos y la mentalidad de estos miembros de las SS, nuestros esfuerzos por conocer en profundidad la historia solo seguirán siendo intuitivos, por eso pedimos ayuda a la sociedad de estos dos países", dijo Cywinski.
Según explicó, hasta ahora se han guiado principalmente por los recuerdos de exprisioneros, la documentación que se conservaba en el campo y por las actas de los juicios de la posguerra, pero carecen de fuentes que les permitan comprender mejor "cuáles eran las motivaciones de quienes perpetraron o ayudaron a perpetrar estos crímenes".
"Por eso, solicitamos que se nos entregue cualquier documento, fotos, cartas, diarios u otros materiales que estén en manos privadas", añadió el director del museo, quien señaló que ha solicitado la colaboración de los medios de comunicación alemanes y austríacos más relevantes para que se hagan eco del llamamiento.
El campo de Auschwitz-Birkenau, situado en el sur de Polonia, fue abierto como museo-memorial en 1947 y declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1974. Se calcula que durante el Tercer Reich, los nazis asesinaron allí entre 1940 y 1945 a más de un millón de personas, la mayoría de ellas judíos, además de gitanos, homosexuales, católicos y presos soviéticos y polacos.
Durante los años en que estuvo operativo, el campo de concentración estuvo operado por las Waffen-SS, el cuerpo de elite del Ejército alemán durante la II Guerra Mundial.