La guerra es cruda desde todos los ángulos, pero puede presentarse ante el lejano espectador como una fotografía impactante de soldados a punto de morir en trincheras o con la instantánea inmóvil y apabullante de cascos destrozados por el impacto de las balas. Él no contaba el conflicto así. No había sangre ni muertos. Resaltaba algo tan inmensamente difícil como su crueldad y desasosiego desde la ironía y el humor. Pedro Antonio Villahermosa y Borao (Zaragoza, 1869–Madrid, 1945) fue uno de los principales caricaturistas de carácter político en España, conocido bajo el seudónimo de Sileno. Durante la I Guerra Mundial, fue explicando a los españoles los acontecimientos que resquebrajaban Europa y lo hacia en forma de chiste. Excelente ilustrador de textos humorísticos y cuadros costumbristas, su trayectoria continuó hasta el comienzo de la Guerra Civil española.
El Museo ABC inaugura la exposición "Sileno, tambores en la batalla. Crónica ilustrada de la I Guerra Mundial", que recoge una selección de piezas publicadas en la revista Blanco y Negro, ABC y en su suplemento Gedeón. Se presentan junto a una referencia histórica que las sitúa en el contexto. Son viñetas en clave de humor de incuestionable valor histórico. Recoge los primeros movimientos de tropas y alianzas en forma de gran baile; la entrada de Estados Unidos como un tío Sam que rescata a personas con el agua al cuello o la crisis humanitaria a través de unos Reyes Magos portadores de patatas, harina y carbón.
Su estampa burlona y sus ocurrencias llegarían a ser muy populares en nuestro país. En palabras de Víctor Zarza, profesor de Bellas Artes de la Universidad Complutense y comisario de la muestra, Sileno deja patente "la dureza y dramatismo en clave de humor". "Nos ha legado una impagable crónica humorística de esta guerra", explicó durante su presentación.
Sileno cuida su estilo. Trata los temas con una gran sensibilidad, humor inteligente, irónico. "Es una mirada con un gran conocimiento político del momento, de la historia y la cultura. Leía la prensa diaria y con ese bagaje, extraía lo más notable desde el humor". Las viñetas enseñan a una España considerada neutral hechos como la batalla de Verdún, el desembarco de Galípoli, la aparición de los zepelines, la guerra en el mar o la revolución bolchevique. "Son hechos contados por un español desde España y para españoles. Es interesante descubrir como ese público sabía descifrar unos chistes culturalmente complejos", aseguró el comisario.
Sileno no contaba los hechos, los interpretaba. Es una visión intelectual que se contrapone con una visión directa que completa la exposición: la sección "Paisajes en la batalla", que reúne una docena de fotografías realizadas por Arthur Brusselle y los hermanos Maurice y Robert Antony y cedidas por el Gobierno de Flandes y el Museo de Brujas. Es un acercamiento al campo de batalla el día después (1918-1921), un escenario en ruinas donde resurge la vida.
Puede visitarse hasta el 16 de octubre en el Museo ABC (C/Amaniel 29-31, Madrid).