En agosto de 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra se encontraba amenazada por las tropas nazis. Se pensaba que los bombardeos masivos en las grandes ciudades con explosivos de enorme potencia o con gases venenosos podía ser inminente.
Mientras tanto los ciudadanos trataban de continuar con sus vidas. Esto es precisamente lo que el terror quiere cambiar. Quiere influir en las decisiones de los individuos con el miedo, y los ingleses lo tenían claro: si algo diferencia la civilización occidental y por ende el sistema de libertades que defendemos es la seguridad de que las cosas van a seguir funcionando. Que mañana, con toda seguridad, podrás acercarte al kiosco a por el periódico, que pondrás la radio y tu programa preferido sonará como siempre, que el pan estará preparado como cada mañana en la gasolinera o en la tienda de al lado... En fin, lo que alguien denominó como la "bendita rutina". Pues bien, ésa era la misión de los ciudadanos ingleses, no dejarse vencer por el miedo, hacer que cada mañana fuera una mañana más porque ésa era la guerra que ellos podían vencer.
El gobierno británico sabía de la importancia de mantener a los ciudadanos centrados en sus actividades y por eso ideó una campaña. Diseñó unos carteles rojos con grandes letras en blanco coronados por el emblema Real donde se podía leer "KEEP CALM AND CARRY ON", en español "MANTÉN LA CALMA Y CONTINÚA ADELANTE". Sobre el eslogan aparecía la corona de los Tudor, que los ingleses identifican inequívocamente con su país. Paradójicamente y pese a ser imprimidas 2 millones y medio de unidades, la propaganda nunca fue distribuida masivamente y permaneció en el anonimato hasta el año 2000. Uno de los carteles fue descubierto en casa de un librero del norte de Inglaterra y popularizado en multitud de tazas, camisetas, llaveros… Funcionaba el mandato sencillo, el potente mensaje. En los años 40 las autoridades pensaron que la campaña podría interpretarse como demasiado superficial y como un derroche económico. Que se sepa la mayoría de los pósters diseñados por el Ministerio de Información en el verano de 1939 fueron reciclados por la escasez de papel en la época. Todos menos una veintena acabaron en pulpa.
Pero precisamente esta semana, ese original descubierto hace 16 años en una caja de libros antiguos será subastado en la feria Art & Antiques Fair, Olympia por la casa Manning Fine Art. Es una litografía de 75x51cm que saldrá a la venta por 21.250 libras. El precio final es difícil de calcular porque ni siquiera el Imperial War Museum tiene un ejemplar, según los vendedores, que califican el cartel como "muy raro".
"Mantenga la calma y vote Bremain"
El Reino Unido se encuentra en el momento más convulso de su vida política en los últimos 50 años. Ha abandonado y mirado por encima del hombro a la Europa a la que siempre dio ejemplo. La actualización de aquel espíritu de resistencia, estoicismo y dignidad, algo que aquí resumiríamos como "huir es de cobardes", llevará a más de uno a pensar en esas cosas que tiene el destino. En casualidades de la vida.