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'Skyfall'

Skyfall es un filme importante para la saga Bond. En primer lugar, supone la conmemoración de los 50 años en el cine del personaje, protagonista de una saga que tras 23 películas sigue mostrando una inusual salud comercial y artística. Pero les anticipo que Skyfall es algo más que un (buen) filme de 007. La cinta que protagoniza Daniel Craig, en su tercera encarnación del personaje, es -con toda seguridad- la aventura Bond con más kilates de gran cine de toda la saga. Y el responsable de ello, dejando de lado el acierto indiscutible de sus productores, Michael G. Wilson y Barbara Broccoli (dedicados en exclusiva a la franquicia heredada por su padre, Cubby Broccoli) tiene un único nombre: el de su director Sam Mendes.

Como es tradición, Skyfall comienza con el clásico prólogo de acción de todas las entregas de la saga, previa a los títulos de crédito diseñados ahora por Daniel Kleinman (sustituyendo al fallecido Maurice Binder) y adornados por la canción de Adele. No obstante, de ella se deriva lo que será el detonante de la trama: el ataque directo al MI6 y, en concreto, a la persona de M (una espléndida Judi Dench) por parte de un villano desconocido e invisible... encarnado, como saben, por un Javier Bardem que no hace su aparición hasta pasada la hora de metraje, en una secuencia llevada a cabo con mano maestra por su director, y cuya planificación es -por decirlo de alguna manera-... simplemente inusual en el cine actual.

El primero de los muchos elementos que asombran de Skyfall es la facilidad del director británico para amoldar la mitología de la saga a sus propios intereses. Mendes, galardonado director descubierto con el drama American Beauty, disfruta del aprecio de la crítica gracias a filmes como Camino a la Perdición, Revolutionary Road e incluso la reciente comedia Un lugar donde quedarse. Pese a su diferente tono y finalidad, ya sea más satírica, trágica o ligera, todas ellas tienen un rasgo en común: el interés de Mendes en conceptos como el hogar, la familia (si está rota, mejor que mejor), y el conflicto del individuo con la sociedad en la que coexiste. Pues bien: no me pregunten cómo, pero el británico ha conseguido filtrar todas esas ambivalencias en un filme de género puro como es un 007, y sin que la película pierda la agilidad y el lujo exigibles: Skyfall es, por primera vez en la saga, -y sin ánimo de adelantarles nada- un filme sobre una madre y sus dos hijos, de los cuales uno de ellos resulta ser un antihéroe y otro la oveja descarriada... todos en el contexto de un mundo cruel, sensual, bello y tan primario como tecnológico.

Una propuesta que bajo la batuta del realizador de Camino a la perdición adquiere tintes inusualmente intrincados y complejos. Al igual que Martin Campbell en la estupenda Casino Royale, de la cual Skyfall es fiel continuadora, y a diferencia de Quantum of Solace, Mendes parece confiar tanto en su guionista como en el director de segunda unidad (autor de las abundantes y formidables escenas de acción) o el equipo de efectos especiales. En algunas ocasiones, caso del largo segmento desarrollado en Shanghai, cede todo el protagonismo al director de fotografía Roger Deakins, habitual de él mismo y los Coen (y considerado el mejor DP del mundo), para retratar los escenarios de una manera fascinante y casi por primera vez en la serie, poética (ver el turbador combate con otro mercenario, filmado a contraluz y bajo la siniestra mirada de Bérènice Marlohe). Pero en otros, Mendes se sirve con sabiduría del guión de John Logan (Gladiator), otro recién llegado a la saga, en secuencias de suspense y diálogo igualmente estimulantes. Sea por la aportación de uno u otro, esa sangre nueva permite a Skyfall bucear por primera vez en el simbolismo más profundo de la relación de Bond y M, que se empezó a dibujar en Goldeneye (1995), otorgando al tópico texturas y significados emocionantes y convirtiéndose en su tercio final en el verdadero eje del largometraje. Y a la vez, triunfa a la hora de reincorporar algunos de los personajes obviados en las anteriores entregas, como es el caso de Moneypenny, por primera vez un personaje dramáticamente consistente, o el mismísimo Q, interpretado ahora por Ben Wishaw. El diálogo de este último con Bond mientras observan en la National Gallery El temerario remolcado, del paisajista británico Joseph Turner (otro símbolo nacional británico, junto al propio 007), es otro rasgo insólito en la saga, y vale por sí mismo el precio de la entrada (vean solamente la mirada de Craig al joven una vez le revela su nombre: simplemente genial).

Mendes, además, se desmarca con un tercer acto igualmente inusual, al menos desde tiempos de la seminal Desde Rusia con amor. Lejos de amplificar la magnitud de los acontecimientos con una masiva secuencia de acción, director y guionista recluyen a sus protagonistas en un espacio reducido, una mansión abandonada en un páramo desolado en el que parece habitar la génesis del desamparo y la crueldad de Bond. El director aprovecha ese minimalismo para orquestar una serie de secuencias de acción a lo Peckinpah simplemente apabullantes, y embarcar a Bond en un enfrentamiento consigo mismo y con su hermano descarriado llevando la mitología de 007 a niveles alegóricos endemoniadamente profundos (la destrucción de uno de los iconos de la saga, el Aston Martin DB-7, que da pie a la melodía de Monty Norman, o la caída del helicóptero invitan simplemente al aplauso).

Pero no se engañen: Skyfall no es, en ningún caso, una deconstrucción del género Bond, ni un mamotreto cerebral orquestado por un señor con ínfulas de autor. Se trata simplemente de un thriller oscuro, espectacular, impresionante, elegante y con enormes dosis de espectáculo, protagonizado por un reparto en estado de gracia, y además, una verdadera bicoca para los fans más nostálgicos del personaje, a los que los responsables de la franquicia han contemplado con una especial atención. Quizá me llamen exagerado, pero Skyfall es, para un servidor, el mejor regalo cinematográfico de lo que llevamos de 2012.

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20
comentarios
1 Catalega, día

Pues saliendo Bardem que esperen sentado para que vaya a verla.

2 cobarde, día

Pues me alegro porque la trama de Quantum Of Solace sigo sin conseguir pillarla, suerte de las escenas de acción y de la acertada elección del reparto femenino.

3 Yoshua, día

Ciertamente la presencia de Bardem hace pensarse dos veces si debemos ir a ver esta película. Este blog rara vez se equivoca (al menos sus gustos encajan con los mios), pero empiezo a sentir una lucha interna: la pasión por las películas de Bond Vs. el asco hacia Bardem. ¿Qué vencerá?

4 superval, día

Chicos, tampoco creo que debamos ser talibanes. Yo estoy en las antípodas políticas de Bardem, pero que salga en una película no la invalida. Iré a verla encantado

5 chamberi, día

Pues sí dices q está a la altura de Casino Royale, ya tengo ganas de ir a verla, porque para mí ha sido de las mejores de las últimas. Intentaré olvidarme de q el malo es ese patético progre patrio y espero q Bond le haga mucho daño cuando lo elimine. Sí q estoy un poco decepcionado con la canción, no está a la altura ni de la saga ni de Adele, con lo buena q era "you know my name" de Casino Royale

6 mrsambo, día

MEN IN BLACK 3 (2012) Barry Sonnenfeld. Aceptable secuela, superior a la segunda parte. http://cinemelodic.blogspot.com.es/2012/09/critica-men-in-black-3-2012.html

7 mrsambo, día

Juanma magnífica y apasionada crítica. Cita obligada. Enhorabuena.

8 aramones, día

si sale el tal Bardem que la peli la vea Pe saliendo ese cretino yo no iré

9 JoseARui, día

Solo conozco un crítico de cine al que merece la pena leer, se llama Carlos Boyero. Todos los demás son gente que no saben escribir y que sueltan unos rollazos tremendos que no entienden ni ellos.

10 Tanthala, día

Estoy con superval, el hecho de que salga el hipócrita (en el mejor de los casos) ese simple y llanamente para hacer daño (como en la vida real) y para que lo maten (en la ficción) no debería privarnos de disfrutar de una buena película. Otra cosa es que aparezca en una peli española con un director español y otros actores españoles... En ese caso ya no estaríamos ante una buena película sino sólo ante una película subvencionada. Creo que somos suficientemente inteligentes para distinguir entre ambos extremos. Yo SÍ iré a ver Skyfall con gusto, sobre todo tras leer esta estupenda crítica.

11 fruk, día

Imposible asistir si aparece el sectario Bardem. A ver cuando se enteran las productoras del pelaje de semejante tipejo.

12 ramiro24, día

En primer lugar, me dirijo a JoseARui, usted es muy libre para leer a quien crea conveniente, así que si prefiere a Carlos Boyero leale, pero no venga a insultar a los demás críticos diciendo que son memos o que no saben escribir y que sueltan rollazos, porque cada uno puede opinar de la forma que estime oportuno. Por otro lado, y esto es una sugerencia personal. Tengo entendido que Bardem no es físico ni premio nobel ni un genio reconocido a nivel mundial, por tanto:¿ Por qué hay que tomar en serio lo que diga? En fin, creo que le estamos haciendo campaña gratuitamente. Además, esta película no es de Bardem, es una película de James Bond. Si me lo permitís yo tambien soy crítico y colaboro en otro medio aunque me gustaría aportar mi granito de arena en Libertad Digital. Me gustaría compartir con vosotros mi crítica de SKYFALL, y de verdad, no dejeis de ver la película por el patán de Bardem, solo es una sugerencia.

13 ramiro24, día

Aquí les dejo mi crítica de SKYFALL. Si alguien la lee, agradecería enormemente su opinión sobre la misma. Gracias. http://www.alertadigital.com/2012/11/01/skyfall-bonh-ha-regresado/

14 Morgoth, día

He ido a verla, es espectacular. Y sí, sale Bardem, al que yo no tengo ninguna simpatía, pero (y me fastidia tener que decirlo)hace un villano espectacular. Además, habla un inglés mucho más que correcto (por favor, véanla en V.O)

15 salina, día

Hola Juanma, hacía tiempo que no me pasaba por aquí y lo voy a hacer para discrepar, pero con respeto por supuesto. Mi opinión es que Skyfall es superior a Quantum of Solace pero inferior a Casino Royale. En primer lugar, y sin desvelar la trama en absoluto, para empezar, el guión no se mantiene a partir de la mitad de la película más o menos. Después no entiendo por qué muestran un Bond en decadencia al estilo del Bruce Wayne de la tercera entrega de Batman. ¿que va a pasar con sus rodillas en la próxima entrega? No me gusta que los personajes femeninos sean tan fugaces y carentes de importancia. No me gusta que Bond sólo tome un martini y no diga lo de agitado no revuelto. La primera escena en Estambul es espectacular pero no supera a la escena de la grúa en Mozambique. Bardem está bien pero no le llega a la suela a Mikelson de Casino Royale. Las escenas del metro no están conseguidas. Los debates morales (de nuevo al estilo Batman) sobre cómo combatir a los delincuentes no son creíbles. Me encanta Daniel Craig y la película es entretenida pero, repito, a pesar de algunos diálogos aislados, el guión es bastante malo y esto es lo peor. He perdido la esperanza de que cualquier entrega futura se acerque a Casino Royale. Abrazos.

16 Juanmagh, día

Gracias a todos por sus comentarios. Salina, juro que hoy mismo estaba pensando en lo mismo. La escena de Mozambique en Casino Royale es simplemente insuperable. Martin Campbell es mejor director de escenas de acción que Sam Mendes, en eso estamos de acuerdo. Y la estructura perfecta de Casino Royale es cierto que no existe en la presente. Pensemos sólo en los tres grandes números de acción que surcaban aquella, el de la citada persecución inicial (post-créditos, por una vez), la del aeropuerto (que creo que duraba un cuarto de hora largo) y la caída de la casa en Venecia. No sé por qué, creo que Casino Royale es una película medida y cortada casi matemáticamente, casi perfecta. Skyfall es distinta, tarda más en detonar, tiene un estilo más de thriller, va de más artificio a menos, pero va creciendo en intimismo. Podría ser criticada precisamente por demasiado introspectiva, pero aún así me sigue gustando. Volveré a pasar por taquilla, a ver si estoy en lo cierto, o en todo caso a disfrutar de la película con público "real". Saludetes.

17 salina, día

Hola Juanma de nuevo. Has nombrado las tres escenas de acción increíbles de Casino Royale que vertebran la película y la hacen inolvidable. Pero es que además están la partida de póker, el envenenamiento de Bond, la escena pre-títulos de crédito en blanco y negro, la pelea en el hotel con los africanos, la tortura de Bond, la ejecución del gran jefe en la sombra, la historia de amor con Vesper, ... y seguro que me olvido de algo. Casino Royale es una película increíble con un guión de hierro, unos actores fabulosos y una dirección perfecta.

18 salina, día

Ah, y cuando veas otra vez Skyfall, ya me dirás para qué necesita Silva montar todo el número de la isla cuando podía simplemente haber cogido un avión con destino a Londres...

19 unsprite, día

Juanma, aunque estoy de acuerdo con tu crítica en en cuanto a aspectos formales , no pienso que akyfall sea una gran película. El largometraje nos presenta a un James Bond bajo en forma, alcohólico y al que las mujeres le dan calabaza. Cieros elementos como la casa en medio de la campiña se justifican con argumentos inverosímiles, como que James Bond pagaba a alguien para custodiarla durante muchos años. No me parece un tratado en psicología tan conseguido como dogville que en su minimalismo dejaba emerger el insconciente de sus personajes (véase las figuritas). Me parece una película a mitad de camino. ¿De qué? No lo sé.

20 PBL, día

Ayer pasé por caja a pesar de Bardem, y la película me gustó muchísimo. Evidentemente cabe pasar de sesudos análisis o de buscarle las vueltas al guion, es una peli de Bond, no un ensayo científico. No querría hacer spoilers, pero un clásico de Bond es no matar al malo hasta el final a pesar de tenerlo a huevo, o que no le maten a él. Las chicas suelen ser personajes superficiales y las persecuciones largas e inverosímiles. A diferencia de Casino Royale (que es mejor película) a Skyfall no le sobran minutos. A Casino unos cuantos. Quejarse de que Bond pase por fases bajas o depresivas sería como quejarse de que Bond en Casino Royale es un agente doble cero novato. Pues la película es así y nos cuenta cómo se sobrepone el personaje a situaciones en que no le habíamos visto, de ahí su interés. La crítica me parece absolutamente certera, y si alguien prefiere leer a Boyero, que lo haga, pero que no ofenda a un crítico magnífico y sin tantas fobias como Boyero.