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'Madrid, 1987'

El cartel de Madrid, 1987, con la sensual y desnuda espalda de María Valverde invitándonos a contemplar un paisaje que apenas se atisba a través de una pequeña rendija -y que nos recuerda a Mujer mirando por una ventana, de Dalí-, parece darnos una de las claves del nuevo largometraje escrito y dirigido por David Trueba.

Esa mirada, como en el cuadro de Dalí, es la idea principal de la nueva película del realizador de La buena vida. La película se articula en torno a una larga conversación entre el veterano y cínico articulista interpretado por un excelente, descarado y emocionado José Sacristán, y la joven Ángela (María Valverde), una brillante alumna de sus clases de periodismo, con la que el primero se quiere acostar.

La peculiar pareja se queda atrapada -y desnuda- dentro del baño de un estudio del centro de Madrid en una asfixiante tarde de verano de 1987, en tiempos de Gil y Gil, Cambio 16 y Olivettis portátiles. Trueba aprovecha la desnudez de ambos personajes, así como la efigie de figura clásica de Valverde, con la toalla anudada a la cintura, como imagen de lo que es su verdadera intención, elaborar un amplio, picaresco y reflexivo recorrido sobre la vida, el arte, el periodismo y -como extensión de todo ello- la identidad española en la etapa democrática tras la transición.

Y el resultado es, como perfecto reflejo de esa idea, igual de pervertido, divertido y trágico que la propia historia de España. Pese a cierto exceso de metraje, a medida que transcurre la muy modesta Madrid, 1987 conocemos el pasado de ambos personajes, que se erigen como símbolos artísticos, políticos o –sobre todo- como una verdadera fuente de significativas anécdotas sobre la vida, el oficio de escribir y la eterna fractura de la identidad española.

El desenlace de tan particular encierro, con el relato de una película inexistente proyectada en la pared del baño, es un evidente reflejo de ese minimalismo visual, entre amargo y entrañable, quizá demasiado literario, por el que apuesta Trueba en su interesante película. La rotundidad de las palabras enunciadas por un José Sacristán en constante estado de gracia compensan sobradamente esos puntuales excesos de verborrea teatral.

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comentarios
1 elpacien, día

Está bien que esta al menos no se ambiente en la inmediata posguerra ó en la guerra misma, ya es un paso. Solo por eso, ya se merece 1 punto de los 10 posibles. El otro, se lo llevaría por contar con Valverde, que a este paso se convertirá en la Mª José Cantudo ó Amparo Muñoz contemporánea...

2 mrsambo, día

Tengo debilidad por José Sacristán, y encima una película con mi ciudad... Trueba ni me convence ni me deja de convencer. ¡OLVÍDATE DE MÍ! (2004) Úlitma Parte. Jim Carrey, Kate Winslet, Michel Gondry. A veces puede compensarnos sufrir para revivir los buenos momentos. http://cinemelodic.blogspot.com.es/2012/04/critica-olvidate-de-mi-2004-ultima.html

3 BenGrimm, día

Bastante habran trincado ya de mis impuestos en subvenciones como para que encima me gaste un centimo en ir a verla.

4 Caminant, día

Otra de rojerío desihibido o calentorrón en época pitopáusica que parece ser lo único interesante para la izquierda junto a tener el poder y los dineros...

5 HeiaSafa, día

El David Trueba este... ¿no es el que, tras comprar los derechos del bestseller "Soldados de Salamina" cambia el sexo del protagonista, montando una historia de amor lesbiana con la hija de Sánchez Mazas por la poderosa y declarada razón a "El País" de "así podía dar curro a mi chica"? (Sí, la frase es literal, sacada de una entrevista a El País que mi menda leyó, con grave riesgo de su salud mental. La chica, Ariadna Gil -pronunciese "yil"- era, no se si seguirá siendo, su pareja)

6 proby, día

A ver, a ver... ¿una película sobre la transición, ambientada en una sauna, dirigida por el inútil de David Trueba (se ve que es cosa de familia) e interpretada por el pelmazo, pedante y rojeras de Pepito Sacristán? ¡¡¡ QUE LA VEA SU PADRE !!! Ya tuve bastante con la castaña esa de "Asignatura pendiente" y esa otra bazofia de "Solos en la madrugada".

7 Arato, día

Aprecio la crítica y sin duda la película debe poseer los valores que en ella se destacan, ahora bien ¿Cómo no evitar -una vez visto el tráiler- la sensación de "esto ya lo he visto antes en algún sitio"? El director, los actores, la historia, en contexto... todo huele a añejo, a rancio. Y en esas estamos, congelados, desde hace tres o cuatro décadas. No me extraña que a nadie le importe un bledo el cine hecho en España.

8 kirkayu, día

El cine español, no es más que de pendones y pendoneo.

9 Junguer, día

Obviamente el reclamo de esta película no es el argumento, sino lo surrealista de la estampa y el ver "cacho" a la niñata esa(que a mí no me gusta un pelo). Nos encontramos con la evolución natural del desgastadísimo erre que erre de película de la guerra civil, Luna caliente tambien pertenece a este grupo. Yo si la veré si me aburro(pero pirata y sin pagar un duro, ya les pago bastante con mis impuestos para que encima se dediquen a insultar en sus bodríos pijosprogres a la inteligencia y a gran parte de los españoles)

10 aramones, día

las películas españolas actuales son tan divertidas como ver jugar a un equipo entrenado por Clemente.No me vendes la moto,Juanma,Mariano Ozores es Wim Wenders si lo comparas con toda esta chusma de la Zeja que defeca "películas" con la pasta de mis impuestos...

11 salina, día

A mí cuando me entran ganas de ver una película española, me coloco el vídeo de "El hombre que mató a Liberty Balance" y después con el dinero que me he ahorrado me bajo al bar de la esquina y me tomo un gin tonic. Lo que pasa es que jamás me entrarían ganas de ver una película de David Trueba simplemente porque estoy hasta el cocodrilo del rollo ése del cinismo. Estoy hasta las narices de cinismo, descreimiento, tristeza, pesimismo y mal rollo. No aguanto ni al Trueba mayor ni al Trueba menor. Y después está la Valverde, especializada en enseñar el culo y otras cosas que no se deben escribir aquí. Como decía un internauta antes de mí, al lado de Trueba, Mariano Ozores es Win Wenders. Para cine de tetas, ya tenemos el Landismo.