'Kung Fu Panda 2': ¿absolutamente pandástico?
Kung Fu Panda apareció en el horizonte de Dreamworks Animation como el principio de una bonita amistad. La compañía dedicada a los filmes de animación, en eterna competencia con la siempre superior Pixar (Toy Story 3, Wall-E), logró con aquella casi el primer espaldarazo a su fórmula de filmes familiares humorísticos y aventureros, pero nunca realmente trascendentes, que iniciaron con la devaluada franquicia Shrek. Después de las aventuras del panda vinieron Monstruos contra Aliengenas, la memorable Cómo entrenar a tu dragón y la interesante Megamind, todas ellas manifestando –con mayor o menor fortuna- un interés por dar un paso adelante en técnica, pero sobre todo, en sus guiones, que apuntaban objetivos más ambiciosos que contentar al público infantil o familiar.
Por todo ello, las esperanzas de que Kung Fu Panda 2 siguiera esa senda eran fundadas. Y fíjense que he comenzado a hablar en pretérito. Porque el filme de Jennifer Yuh sólo cumple hasta cierto punto. La directora, que fue diseñadora y animadora de la primera entrega, apuesta con claridad por la acción y la aventura, algo que por sí solo no tiene nada de negativo. Al contrario, su labor en este aspecto tiene más de un momento brillante. Yuh coreografía imaginativas secuencias de peleas, así como alguna escena realmente espectacular (como aquella en la que el grupo de los Cinco Furiosos esquiva un ataque de Lord Shen… corriendo sobre un edificio que se derrumba), enfatizando la belleza visual de ese mundo de orientalismo cartoon.
Pero Kung Fu Panda 2 apenas aporta algo nuevo a los personajes. El guión se limita a seguir la fórmula y añadir una tenue línea argumental sobre, de nuevo, la búsqueda de raíces de Po, que es demasiado decorativa y convencional. Lo demás son las previsibles gracias del afable protagonista (interpretado por Jack Black en su versión original) y, aquí sí, un excelente villano, el plumífero Lord Shen con voz en inglés de Gary Oldman, que cumple todas las expectativas (de maldad y de carisma). Pese a todo ello y el suficiente entretenimiento que proporciona, todo lo habíamos visto antes. Kung Fu Panda 2 no es un paso atrás para Dreamworks, pero tampoco uno adelante, que era lo que queríamos.