
Freud por Cronenberg
No se me ocurre un mejor director que David Cronenberg para abordar la figura de Sigmund Freud en el cine. Un método peligroso, que así se llama la película, está protagonizada por Viggo Mortensen en la que ya es su tercera colaboración con el canadiense, después de las memorables Una historia de violencia y Promesas del este.
La película versa sobre el extraño triángulo amoroso formado entre Freud, su discípulo Carl Jung (interpretado por el magnético alemán Michael Fassbender, no por casualidad el Magneto de X-Men: Primera Generación) y la paciente Sabina Spielrein, a la que pone cara Keira Knightley. Todos los colaboradores habituales del director de El almuerzo desnudo han acudido de nuevo a la cita: el operador Peter Suschitzky, el músico Howard Shore...
Habrá que recostarse en el diván.
"Promesas del este" bastante más flojilla que "Una historia de violencia".
Es bastante coherente que Cronenberg toque a Freud, su cine siempre ha versado sobre las pulsiones internas del hombre modero. Freud fue un pionero en eso. Como cuando trató a Ballard, era cuestión de tiempo.
MALDITOS BASTARDOS. http://cinemelodic.blogspot.com/2011/08/malditos-bastardos-2009.html
Del post anterior, que no ví que había artículo nuevo. Juanma, perdona mi ignoracia, pero ¿qué es eso de embargo crítico? Pues mira que a mí la de Super 8 no me llama en absoluto....Eso sí, Conan y ésta de samuráis no las voy a dejar pasar. La verdad es que el cine oriental, al menos el actual, cada vez me gusta más: Hero, Tigre y Dragón, Kung fu Sion (sí, me gusta, pero en VO), Acantilado Rojo (sencillamente E S P E C T A C U L A R ), me falta por ver Guerreros del Cielo y la Tierra. Y Conan...qué decir, ya era buena la de Chuache (la primera), éste seguro que mola. Aparte de que el cómic es de lo mejorcito.
Muy buenas! Pues significa que no puedo decir mi opinion hasta que se estrene, por exigencia de los productores o distribuidores, hasta su estreno, o me cae la del pulpo. Es una practica habitual de marketing, no se crea. De super 8 sí que puedo, y me ha encantado, por razones cinematográficas y hasta nostálgicas, muy personales...