'El origen del Planeta de los Simios': la sorpresa del verano
El estreno de El origen del planeta de los simios, la precuela del recordado título protagonizado por Charlton Heston en 1968 -que dio lugar a múltiples secuelas e incluso una serie de televisión- solo puede definirse con una palabra: sorpresa.
En primer lugar, porque nadie daba demasiado por un título dirigido por un director desconocido, el británico Rupert Wyatt, y en segundo, porque después del poco celebrado remake dirigido por Tim Burton en 2001, nadie apostaba porque una nueva aportación a la mitología de la novela escrita por Pierre Boulle pudiera aportar nada nuevo a una franquicia muerta.
Pues bien: la película protagonizada por James Franco y el simio digital interpretado por Andy Serkis consigue todo eso y más. El origen del planeta de los simios no sólo cambia la dinámica de los anteriores filmes de la serie –aunque toma prestadas multitud de ideas, e incluso personajes, de casi todas ellas- sino que triunfa a la hora de presentar una película totalmente nueva y sólida, que no necesita de aquéllas para ser valorada.
En esta ocasión la trama se ambienta en la actualidad. El doctor Will Rodman (James Franco) trabaja en una cura para el alzheimer en una gran compañía farmacéutica. Para Will es también una cuestión personal: su padre Charles (un espléndido John Lithgow, en su regreso a las grandes producciones después de demasiado tiempo) está en los peores momentos de la enfermedad. Los experimentos de Will con ingeniería genética en César, un pequeño chimpancé que acoge en casa, le llevan a realizar un descubrimiento en apariencia milagroso, pero que resultará de imprevisibles consecuencias...
La labor de Rupert Wyatt al ilustrar tal argumento, en principio convencional, es simplemente brillante. Valiéndose de unos efectos visuales perfectamente sometidos a la historia, y de un montaje apabullante que comprime una trama densa y compleja en poco más de hora y media sin que el espectador se pierda información necesaria -y que es obra de los excelentes Mark Goldblatt y Conrad Buff (Titanic, Terminator 2)-, el realizador británico logra que El origen del planeta de los simios sea, simplemente, lo que todo espectáculo de Hollywood debería ser.
Ejemplos de ello son los asombrosos planos secuencia de César balanceándose en los árboles o por la casa de Will -que resumen el crecimiento de la criatura a lo largo de secciones de la historia innecesarias-, los toques emotivos que hacen referencia a la amistad de César con Charles, enfermo terminal de alzheimer, o el climax de acción final, donde un helicóptero tiene un papel fundamental. Todos ellos y muchos otros demuestran la infinita capacidad de Wyatt para hacer verosímiles incluso aquellos momentos en los que el guión no está a la altura de los acontecimientos que narra.
Poco importa: la labor de Andy Serkis como César, verdadero protagonista de la cinta, resulta tan conmovedora como perturbadora, y la capacidad de la película de sorprender mediante un argumento sencillo pero repleto de sugerencias éticas, convierten El origen del planeta de los simios en un muy bien título de ciencia ficción y en una de las grandes películas de la temporada, junto a X-Men: Primera Generación y la inminente Super 8.
Los monos a las ferias, en las jaulas, para disfrute y solaz de la chavalería. O en los zoos para los infantes o en la jungla para mitigar el furor de las rojiverdes. El celuloide para nosotros; de aquí a la proclamación de la monería como seres humanos sólo hay medio paso, más ploplaglanda mami, carne de mono en salsa, cojón congolés en pepitorio, blanco malo, negro bueno, monos indignados, fuera cadenas, subvencionarnos, ful de Estambul. http://elblogdekufisto.blogspot.com/2010/09/la-vida-es-una-feria.html Los monos a las ferias. Como el resto de los ANIMALES. Ricas sardinas del Cantábrico. Cuando nos las hayamos comido todas quizá será llegado el momento de devorar monos. Y lo que es seguro es que no tendré la sensación de estar comiéndome a mi tatarabuelo. Quizá la Pajas sí.
Por cierto, viendo al mono en jefe del cartel con el puño en alto, "revolución" arriba y la turba enfervorecida detrás, me viene a la cabeza Freddy Faisán y sus indignaos. Lo dicho: los monos a las jaulas y los amonaos a la cárcel. Barrotes en todo caso. Que corra el aire.
Los indignados deberían de aprender de estos simios
Hermano mono, que diría el planetario sin lunas. Los monos son rojos, les gusta ir enseñando el culo y sacarse mocos como sus compadres amonaos; nosotros somos cocodrilos, nos reímos hasta de nuestra muerte, sumergidos en el agua, afuera no hay más que monos y serpientes, cuando queremos papear salimos un rato y trincamos una mona, joven y tierna a poder ser, y otra vez pá abajo, a lo fresquito, somos limpios y discretos, no como esos guarros. Mirad al rey Kong enamorao de la fulana, le parte el cuello a dos colegas nuestros con un sólo brazo, pero eso es cine, cuentos, sueños...mentiras. La verdad es que si dos de los nuestros acecharan a Mamón Kong no tendrían ni para empezar, jugarían un rato con él, atacándole por los flancos, mordiéndole en las pelotas, dándole un soplamocos con el rabazo. Después echarían un rato con la zejatera, se la comerían y otra vez to the water, a lo fresquito, lejos de los bichos. Tontos que somos...
Clavius, sí que le dan un aire a los indignados, sí jajajajaja. Hombre una de las ventajas de la película original es que planteaba un universo ya creado con lo que dejaba a la imaginación lo que hubiera pasado, ahí radicaba su fuerza, en la ausencia de explicaciones. Aquí hay que hacerlo muy bien para que, aparte de contar una historia consistente, la cosa quede medianamente creíble para que una civilización con armas tremendamente poderosas acabe conquistada por unos cuantos monos jejeje
Me ha parecido una pasada de pelicula, sobre todo la carga emocional que consigue transmitir los personajes digitales.
Siento verguenza, como ser humano, del concepto que muchos humanos tiene de los simios y ahí se ve en los comentarios anteriores. Mirad, congéneres des-humanizados, si mañana me viese en la tesitura de salvar a un chimpancé o a uno de vosotros, no lo dudaría, salvaría al chimpancé pues estos seres son millones de veces mejores que vosotros y aunque os sorprendáis, pedazo de seres primitivos, esos chimpancés son vuestros parientes no muy lejanos. Sí, sí, vuestros parientes y los míos claro, de lo cual me enorgullezco porque son más humanos que vosotros.
> vuestros parientes y los míos claro Parafraseando el chiste: Los suyos, tal vez. Yo, soy ingeniero de caminos.
Mira, tribunete, en algo coincidimos; si llegado el caso de una hecatombe nucelar (Homer) tuviera un billete de más disponible en el cobete (mi tía Eulalia) espacial que nos transportara a otro planeta que explotar y salvar el dos de oros (Mortadelo)...no dudaría en escoger a mi gato antes que a tí, incluso a la z0rra de la canaria que tortura mi cabeza en mañanas como éstas con su horrible cantar. Y es que mira, tribunillo, te voy a contar un secreto (Madonna): lo que de verdad, de verdad, de verdad no soporto es la ESTUPIDEZ. Así que te dejaría sin dudarlo ni 0´2 con tus amigos los monetes y tu guitarra, cantando el "Imagine" cogidos de la mano, unidos como hermanos que sóis, esperando el glorioso Pepinazo Final... Vamos, que me llevaba a mi ex-yerna antes que a un especímen como tú. Sin dudar (Alaska). Quede usted con Tarzán que yo me quedo con Dios. Atentamenete (Millán)
Muy gracioso, clavius, pero demuestras una ignorancia y una falta de respeto inconmensurables. El mono, a la jungla, claro que sí, pero no porque así se calma a los "rojiprogres", sino porque es su hábitat. Las sardinas están muy ricas, pero yo prefiero que se pesque pensando en los caladeros para no agotarlos a tener que comer mono. Por cierto, ningún chimpancé podrá ser tu tatarabuelo porque es una especie evolucionada igual que el homo sapiens. Simplemente, con el chimpancé compartimos un ancestro más cercano que el que compartimos con las sardinas, pero no dudes de que con ellas también tienes parientes en común. Con todo, peor aún es lo de Tribuno. Recuérdame tu teoría, Tribuno, si soy yo el que por azar tuviera que decidir entre salvarle la vida a un chimpancé o salvártela a ti.
Claro Goblin, ya lo le decía el Santo: "hermano...(del inframundo)". Si es que aqui nos conocemos tós. Y si hemos tenido 8 años de presi a Pepito Sonrisas nadie podría oponerse a la elección de la Mona Chita como Presidenta. Al menos subiría la audiencia del Debate sobre el estado de la Cosa Discutible. Ese más que probable defensor de los Monos llamado Paolo, Vasile de primer apellido y De los Infiernos por parte materna seguro que pujaría por emitirlo, la Esteban como Reina Madre y Txumari organizando manifas con el lema "TODOS SOMOS MONOS (y bebed vuestro primer orín del día. Nada más sano" Se acerca el día de la Tribulación en el que Dios nos bombardeará a base de melonazos como castigo. Y con razón. Yo en su lugar llevaría haciéndolo desde hace ocho años con lotes de cartillas Rubio.
Quizá sea ese el problema, clavius, que te quedaste en el nivel de la cartilla y confundiste la clase de religión con la de biología (problema que el Vaticano tiene superado desde hace ya mucho tiempo). No te preocupes, aquí el Feynman de pega también nos ha demostrado que se puede ser ingeniero de caminos y no tener ni puñetera idea de evolución. Ay, si el verdadero Feynman levantara la cabeza...
Querido Ghost, el Vaticano es el perfecto Solucionador de Problemas: puede decir que lo blanco es negro y lo negro es blanco en la misma frase y quedar como Dios; para algo se dicen sus representantes en la Pacha Mama. No osaré decir aónde te quedáste tú porque no lo sé y no tengo el número de Lobo-tón, ese cansino, pero tengo la sensación de haberte conocido, o a un especímen similar, perpetuo jugador de Saboteur, Ghost n´Goblins y Arkanoid en su Spectrum 48 kás, aunque como entonces la Intenné no existía pasaba las de Caín para conseguir material medio decente para hacer lo único en lo que los monos son unos maestros con respecto a nosotros: el manoleo. Ellos no necesitan estímulos visuales...de momento, tal vez, dentro de otro par de millones de años (ná, un suspiro) necesiten un ejemplar del "Clima" para ponerse a tono. Ya ves, querido, unos matándose a pajas y comiendo bananas verdes y otros mandando cobetes a Júpiter y más allá mientras llevan como banda sonora a Mozart, ese pequeño monete salzburgués. La misma familia, "One" que dice papito Bono. Y es que hay monos que saben contar más que Bono. Y cantar ni te cuento. Ergo...sí, algunos descienden de los monos. Por eso lo de las gafas, siempre sospeché que tiene ojos de mono. A Paulete le faltó un hervor de unos cientos de miles de años para aprender a contar y a cantar, y sin embargo ahí lo tienes, el Amo del rock para consomés. Ya lo decía mi abuelo: "Eso es música de monos". Claro que jamás oyó a los Zeppelin. Lo suyo era Farina y Manolo Caracol; cualquiera les llamaba monos a esos dos...
Al margen de los pretendidamente ingeniosos-graciosos pero sobrantes comentarios sobre los monos a los zoos (más de uno que anda por las calles debería habitarlos), mi opinión es que ya estoy un poco hasta lo que se menean los susodichos de las peliculas cocinadas con una tableta digitalizadora y un ratón. Los efectos especiales deben estar al servicio del cine y no al revés. Aún peor cuando se abusa de los digitales. Si alguien aún cree que los artificios (nunca mejor dicho) de ahora son mejores, que vea pelis de hace decenas de años como "San Francisco" (¡¡ 1936 !! ). Eso es un terremoto, sin necesidad de gafas horteras ni THX. Yo ya he llegado a un punto de no pagar por una entrada que lo único que me ofrece son dibujitos requeteanimados.
La película está bien echa, con dinero y alta tecnología, otra cosa es el tema como lo presentan en plena campaña de indignantes, la poli es la misma que ahora y los indignantes los simios, pero la máxima que te llevas es , rebelaos simios que yo me encargaré de daros leña. Otra parodia de el final del Imperio Romano y el final de la esclavitud con Jesucristo y la lucha de los esclavos negros en América, etc, etc.
Espero que haya una secuela, para ver si los monos, llegados al poder, son tan cruentos como los humanos, o incluso más. En la película original, incluso se vestían en un alarde de púdica civilización. El mono o la sardina, llegada al poder, se corrompería como el humano. Eso nos deja el confortable papel de víctimas y el consuelo de que, ya que alguien debe ejercer la crueldad, siempre es mejor empuñar el látigo que ofrecer la espalda. Por cierto Tribuno, he leído comentarios desafortunados, pero ninguno como el tuyo. En todo caso espero que te hayas desposado con un chimpancé (macho o hembra a tu gusto queda) para poder daros placer a menudo. Si has de salvarle antes que a nosotros, que goce desde ya de tus favores.
Una cosa, ¿en la peli dicen cómo 200 monos cabreados se hacen con el control del planeta? Más que nada porque no les veo yo sometiendo ni a la policía de Nueva York (los polis llevan esas cosas que hacen PUM y matan...), como para vencer al Ejército. En resumen, peli estúpida, probablemente con aires moralizantes (qúe malos somos, mirad qué buenos los monos...) y más que prescindible.
> aquí el Feynman de pega también nos ha demostrado que se puede ser ingeniero de caminos... Evidentemente, la criatura no conoce el chiste de partida.
Una cuestión importante: puede haber gente que no se entere de cómo 200 monos se hacen con el planeta porque... MUCHA GENTE TIENE (y tuvo ayer, en mi proyección) LA ESTÚPIDA MANÍA DE PONERSE DE PIE Y ARMAR JALEO Y TAPAR LA PANTALLA EN CUANTO SALE LA PRIMERA LETRA DE LOS TÍTULOS. Y, señores, unos segundos después SE EXPLICA CÓMO ES ESO POSIBLE y nos deja todo preparado para enlazar con el inicio del clásico de Charlton Heston (recordemos que en la propia película sale en un televisor la salida de la expedición original a Marte). Pero, claro, si nos levantamos cuando aún no ha terminado la peli, cómo nos vamos a enterar de nada...
A Libertad Digital: alguien debería de hacer algo con el autodenominado "clavius", cuya forma de expresar sus lamentables opiniones es lamentable, además de insultante. A los que me quieran leer, excepto a "clavius": me gusta mucho el cine y las vacaciones de verano son, para mí, uno de los mejores momentos para disfrutar de esta afición. Pero, francamente, no ha habido un solo estreno que me haya atraído y, quizá en el último lugar, esta película. Me ha sorprendido esta crítica pero, sugerir que el origen del planeta de los simios guardaría relación con la búsqueda de un fármaco para curar el alzheimer, me parece atroz.