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Consecuencias de la guerra de los Balcanes: mujeres apedreadas por conducir

Inspirada en hechos reales, Hive cuenta el calvario de un grupo de viudas de Kosovo tras la guerra de los Balcanes.

Alexander Bloom

Todas las guerras tienen consecuencias terribles, y una que es común en cualquier lugar del mundo es la gran cantidad de viudas y huérfanos que dejan. Otras consecuencias tienen que ver con la idiosincrasia de cada lugar. Es lo que cuenta la debutante Blerta Basholli en Hive (Colmena), una película kosovar inspirada en hechos reales. La historia nos sitúa en un pequeño pueblo de Kosovo, han pasado 7 años desde que acabó la guerra pero muchos hombres siguen desaparecidos. La película arranca con Fahrije colándose en el lugar donde han aparecido nuevos cuerpos para intentar averiguar si entre ellos se encuentra su marido.

Fahrije no es la única, son muchas las mujeres que viven con la esperanza de que sus maridos vuelvan o al menos que aparezcan sus restos para poner fin a su angustia. Estas mujeres intentarán subsistir como pueden, pero eso implica la necesidad de un carnet de conducir para poder ir a la ciudad, algo que no está bien visto en una sociedad en la que más del 90% de su población es musulmana. Fahrije está decidida a sacar adelante a sus hijos y su suegro inválido pese a los insultos o pedradas que reciba por ello.

Y todo ello en el corazón de Europa y en pleno siglo XXI, ya que insistimos que la película está basada en hechos reales. La Fahrije auténtica se ha convertido en todo un referente en Kosovo.

Hive funciona a la perfección como demuestra el hecho de que haya sido la película que más aplausos ha recibido del público asistente hasta la fecha. La directora, que recibió tres premios en el prestigioso festival de cine norteamericano de Sundance, ha sabido combinar a la perfección el ritmo que una historia así requiere con la emoción, sin caer en ningún momento en el melodrama lacrimógeno, tentación de este tipo de historias. Tampoco cae en el error de convertirse en un documental que explique lo que pasó. La directora contaba a Es Cine que "sabemos que el mundo no sabe mucho sobre Kosovo, pero si hubiéramos intentado explicar la situación política sería una película descriptiva, y queríamos una historia humana". Precisamente al centrarse en la historia humana hace que se pueda entender en todo el mundo aunque no se tenga ni la más remota idea de qué pasó en Kosovo.

Chico malo y borracho

La siguiente película en la Seminci ha sido Compartimento nº 6 donde una joven finlandesa, afincada en Moscú, deja atrás una relación con una profesora para embarcarse en un viaje en tren de varios días de duración hasta la ciudad rusa de Murmansk, en el noroeste del país.

La joven tendrá que compartir compartimento con un joven minero ruso que la recibe completamente borracho de vodka, lo que hace que tema lo peor. Sin embargo, conforme avanza el tren y los días se dará cuenta que ese chico aparentemente peligroso, masculinidad tóxica lo llaman ahora los políticamente correctos, no es del todo lo que parece y que tiene que temer más a los "aliados" y bohemios, por ejemplo.

La película, como casi todas en los últimos tiempos, tiene una duración excesiva lo que la hace completamente irregular. Tiene una parte en el tren muy interesante donde vemos cómo poco a poco cambian los roles y caen los prejuicios. Sin embargo, una vez que termina el viaje y llegan al destino, la historia no hay por dónde cogerla dejando numerosos aspectos de la trama sin cerrar.

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