Mikaela Spielberg, de sólo 23 años, ha iniciado una carrera en el cine, pero en el porno. Así lo revela en una entrevista en la versión norteamericana del diario The Sun donde revela además cómo se lo dijo a su padre Steven Spielberg, "por videoconferencia, estaba intrigado pero no molesto".
El director de cine y su mujer Kate Capshaw adoptaron a Mikaela cuando era un bebé. La joven también dice al diario The Sun que quiere conseguir un trabajo como bailarina en un club de striptease en cuanto consiga su licencia de trabajadora sexual. Mikaela ha sorprendido con sus declaraciones como en las que dice que "soy una criatura sexual" o que "me cansé de que me dijeran que odiara mi cuerpo".
Según la hija de Spielberg se cansó de "trabajar día a día en un trabajo que no satisfacía mi alma" y pretende "satisfacer a otras personas pero de una manera que no me haga sentir violada". Por ahora está autoproduciendo sus vídeos y deja clara su filosofía: "Mi cuerpo, mi vida, mis ingresos, mi elección. No le debo a una sola persona mi autonomía o virtud solo por un nombre".
La joven vive actualmente en Nashville, Tennessee, y tiene como objetivo ser financieramente independiente de sus padres de Hollywood. Concluye que es una "opción positiva, empoderadora, me di cuenta de que no hay vergüenza en tener una fascinación con esta industria y querer hacer algo que sea seguro, sano y consensuado".