Primer tráiler de la muy demorada Sin tiempo para morir, vigésimo quinta aventura de James Bond y la última de Daniel Craig, que tras muchos ultimátums accedió a protagonizar una quinta película que cerraría el ciclo iniciado en 2006 con Casino Royale.
Avatares a esta Sin tiempo para morir no le han faltado. La ya habitual lesión física de Craig durante el rodaje, su clara reticencia (antes de una suponemos beneficiosa renegociación) a retomar el papel, el abandono del director Danny Boyle por discrepancias con los productores Barbara Broccoli y Michael G. Wilson...
Además de un factor no menos importante y que los más observadores apreciarán al principio del tráiler: Universal obtuvo los derechos internacionales y la distribución doméstica de la película una vez caducaron los derechos de distribución de Sony.
Sin tiempo para morir llega con varios desafíos: revalidar a Bond, icono masculino donde los haya, en tiempos de esa cultura "woke" que mete las narices en todo en virtud de lo que ellos denominan conciencia social. Y revalidar a Bond, de nuevo, como un mito cinematográfico en tiempos de cine superheroico. Quizá la contestación viene en el mismo título, en el que el agente secreto simplemente está demasiado ocupado para dejarse matar.
La gran franquicia de cine independiente de Eon Productions lleva por ello la firma en el guión de la guionista Phoebe Waller-Bridge, autora británica responsable de Fleabag y responsable, junto al propio director Cary Fukunaga y Scott Z. Burns, de repasar el guión de los habituales (desde época de Pierce Brosnan) Neal Purvis y Robert Wade.
Rodada en los estudios Pinewood, Londres, Matera, Noruega y Jamaica, donde tuvo lugar la presentación oficial de la película hace ya meses, el film comienza con Bond retirado del MI-6 y viviendo su vida junto a Madeleine Swann (Léa Seydoux, repitiendo el papel de Spectre), pero el secuestro de un científico y una serie de traiciones personales le obligan a volver al servicio de M (Ralph Fiennes).
La película tiene la obligación de proporcionar lo que los fans llaman un "Bond clásico", eso mismo que Sam Mendes intentó con la notable Spectre (es increíble la cantidad de espectadores que la odiaron) y la incuestionable deconstrucción ejercitada en Skyfall. Es decir, impulsar la saga para que un nuevo actor la retome dentro de unos años.
Dicho de otro modo, parece poco probable que Craig (por cierto, no se lo pierdan en la excelente Puñales por la espalda) repita en el papel. Si ello ocurre, habrá que recompensar a su agente y a un resultado comercial más allá de toda expectativa, que ya están altas. En lo que respecta a nosotros, solo podemos esperar a que se estrene en primavera del año que viene, una fecha poco habitual para los productos 007, habituales de la temporada noviembre-diciembre. ¿Entusiasmados?