Grata sorpresa fue hace menos de dos años Feliz día de tu muerte, y grata sorpresa ha sido ahora su secuela, que se las arregla para presentar un giro honesto al rígido esquema de "slasher" sometido a las reglas de Atrapado en el tiempo... añadiendo a la fórmula un nuevo componente "científico" no del todo inesperado, pero sí pertinente si lo que queremos es alargar el chicle.
¿Se acuerdan de Tree (Jessica Rothe)? Su calvario comenzó un día cualquiera, el de su cumpleaños. La insoportable Tree acabó la noche asesinada por un enmascarado con cara de bebé, pero lo peor aún estaba por llegar: por razones cósmicas que se nos escapan (pero que son explicadas en esta segunda parte, desplazando el filme del terror a la sci-fi) Tree se vio condenada a repetir una y otra vez ese día (y madurar por el camino) hasta descubrir la identidad del criminal que acabó con ella.
Feliz día de tu muerte 2 sigue siendo un modesto filme de terror, variante cómica, típico de la Blumhouse, pero es uno que triunfa por una caradura perfectamente compatible con cierto sentido de la honestidad. Por un lado, se molesta en añadir un giro de tuerca, esta vez hacia la pura ciencia ficción (ya saben que los pósters en las habitaciones de los protagonistas no son tema baladí, y en esta ocasión hay uno de Regreso al Futuro) y por otro disminuye la escasa sangre y sustos de la primera aventura... pero lo hace para potenciar el puro payaseo, que el director Christopher Landon entrega con un ritmo constante gracias a una actriz protagonista perfectamente compenetrada.
Olvídense del asesino, cuya presencia aquí es menos que un McGuffin. La película triunfa en ambos extremos, demostrando la ductilidad del cine adolescente mientras, de alguna manera, se las arregla para repetir la gran virtud de la primera entrega: impulsar un rígido esquema narrativo mediante el conflicto interno de su protagonista, evitando de paso cualquier tentación melodramática (y en este caso les adelantamos que la hay). El tránsito del primer acto, en el que Tree ejerce el rol de protectora y no de víctima, es en este sentido una novedad ejemplar, y aunque el filme acabe anulando en parte esa inventiva sigue teniendo un buen empuje hasta el final gracias a, por ejemplo, su montaje de sangrientos suicidios de Tree, donde nos adentramos ya en el puro slapstick con la rubia haciendo el papel de un Looney Tunes de la Warner.
Sus defectos (la escasa vistosidad ya habitual de muchos productos Blumhouse, la evidente anarquía argumental del segundo acto) acaban siendo anulados con el pequeño festival de diversión "nerd" y la interpretación de Jessica Rothe, una "final girl" que es puro carisma. Si sumamos algún homenaje musical a Regreso al Futuro y su recuperación decidida de cierto subgénero de cine adolescente, el de proyectos científicos de instituto (con rector imbécil de por medio), tampoco hace falta más. Feliz día de tu muerte 2 acaba regalando una hora y media de lo más ligera y simpática.