La Seminci, como buen festival de directores, nos acerca el trabajo de cineastas consagrados pero también el de talentos emergentes de cualquier parte del mundo. Es el caso de Muayad Alayan, un director de cine palestino afincado en Israel y que estudió en EEUU. En esta ocasión nos presenta Los informes sobre Sarah y Saleem, una película que comienza siendo un drama basado en la relación extramatrimonial entre una judía de Jerusalén occidental y un palestino de la parte oriental.
Un pequeño altercado en una salida nocturna por Belén termina por precipitar todo. Un palestino resentido por la negativa de Sarah a bailar con él denuncia a Saleem por "traficar con prostitutas israelíes". En ese momento Saleem se convertirá en objetivo de la inteligencia tanto palestina como israelí. A partir de aquí la película se transforma en un apasionante thriller en el que veremos en la reacción de las parejas, un coronel israelí y una mujer embarazada, la esencia del ser humano, el amor y el odio en todo su esplendor.
Lo que en otra parte del mundo se solucionaría con contar la verdad y posiblemente dos divorcios, en esta parte se eleva a conflicto con repercusiones impredecibles. Lo más inquietante de todo es que está basada en hechos reales.
La jornada cinematográfica seguía con la película norteamericana The Miseducation of Cameron Post, dirigida por Desiree Akhavan. Película pequeña pero efectiva que sabe resolver muy bien lo que nos quiere contar. Basada en el bestseller de Emily M. Danforth y ambientada a principios de los 90, nos muestra el drama de una joven estudiante lesbiana que tiene sexo con la reina del baile de su instituto de la forma más natural del mundo. El problema viene cuando es descubierta y su tía, con la que vive tras la muerte de sus padres en un accidente, decide enviarla a un centro evangelista llamado Promesa de Dios donde "curan" a los jóvenes que están "confundidos" en su orientación sexual.
Allí, donde el surrealismo te hace soltar una carcajada para al siguiente segundo contraerte el corazón al pensar que eso exista de verdad, se aliará con otros dos jóvenes que tienen muy claro lo que son y que sólo fingen estar "curándose". Guión muy mordaz a la altura de la gran interpretación de Chloë Grace Moretz.
Por último nos llegaba una de las películas que más expectación había levantado a priori, Dogman, ya que es el último trabajo del italiano Matteo Garrone. En Dogman se centra en la vida de un barrio decrépito, que tuvo un pasado mejor, en la costa. Concretamente, en la vida de un peluquero y cuidador de perros, Marcello, un pobre hombre que sólo puede levantar ternura al ver con qué mimo trata a los animales. Un hombre que se lleva bien con todo el mundo, que ama con locura a su hija de 12 años a la que lleva a bucear siempre que junta el dinero suficiente.
El problema de Marcello es la relación que tiene con un perro de presa, un tipo violento al que todo el mundo odia y teme, Simone, un antiguo boxeador que no duda en sacar a relucir su fuerza para conseguir lo que quiere. Como ya hiciera con Gomorra, Garrone sabe perfectamente recrear el ambiente que debe tener la película. Un barrio decadente, con unas gentes que sólo buscan salir adelante, aunque a veces sea con actividades fuera de la ley. Impecable realización, excelentes actuaciones, buen guión y la dosis justa de violencia. Lo que sería una película casi perfecta de no ser por el el alargamiento excesivo de algunas escenas del final.