Dentro del Laberinto y Cristal Oscuro desembarcan en alta definición. Pese a que Sony ya había cumplido el expediente con las dos joyas de Jim Henson en DVD, la edición combo en Blu-Ray y 4K mejora la apuesta en ambos casos y mantiene vivo el recuerdo de dos clásicos familiares que siguen funcionando perfectamente. Ambas se ven y se oyen de fábula, convenientemente restauradas y remasterizadas y con sonido True HD. Y además de la caja amaray, existe también una edición steelbook, o metálica, de existencias limitadas que resulta asequible, en el caso de la segunda de ellas.
Empecemos por Cristal Oscuro, que cumple 35 años y cuya edición incluye una serie de excelentes documentales que suman casi dos horas, con un largo vídeo de una hora compuesto exclusivamente de imágenes del rodaje y entrevistas de la época de su realización, pero bien editadas. El segundo se centra en la labor del ilustrador Brian Froud, responsable del look visual de la película, quizá la más personal y arriesgada de Henson, y también protagonista de los audiocomentarios (me pregunto dónde andaría el codirector y mano derecha de éste, Frank Oz). Sin duda ayuda a iluminar el significado de la película, un cuento que sigue el camino contrario al de muchos relatos míticos: si éstos se esfuerzan en separar el bien del mal, lo que hace la película de Henson es, precisamente, asumir que todos tenemos dos caras (y que, de hecho, señalar el poder siempre conlleva algo de violencia).
¿Qué decir de Dentro del Laberinto? Probablemente Jim Henson tenía una bola de cristal como la del mago/cantante David Bowie, que acomete las canciones del filme (realizadas con Trevor Jones, autor de la también excelente partitura) con su gracia habitual, y adivinó el impacto de una fábula que, en su estreno comercial, y al igual que Cristal Oscuro, tampoco hizo una taquilla precisamente impresionante. Afortunadamente la fantasía encontró su público con el VHS, y ha acabado siendo el título de culto que merece ser, uno que no obvia ciertos elementos psico-sexuales como los presentes en la relación entre Jennifer Connelly y Bowie pero los presenta a la manera en que se hacían las películas de los 80: de forma amena, ligera y absolutamente carismática, sin violentar ese triunfo de la imaginación que se desprende del relato. Del despliegue de criaturas y escenarios no hace falta comentar nada, va incluido en el paquete (y no, no es el de Bowie, que efectivamente fue exagerado por los encargados de vestuario). Los documentales muestran sobradamente cómo los marionetistas abordaban ese trabajo casi extinto en los largometrajes actuales.
The Expanse es una de las mejores series del panorama actual, y como a pesar de ello resulta relativamente desconocida en España, país poco amigo de la ciencia ficción, le hemos procurado un espacio aquí. Basada en las novelas de James S.A. Corey (con dos volúmenes publicados en castellano por Nova) la historia nos lleva a un momento futuro en el que la humanidad ha colonizado el sistema solar. Pero los problemas siguen siendo, esencialmente, los mismos: corrupción, poder, ambición, racismo y asesinato. La serie del canal SyFy, editada en DVD por Universal para quien quiera tenerla en casa, combina una trama de literatura hard-boiled (representada por el siempre reivindicable, y divertido, Thomas Jane) y la pura ciencia ficción de la particular odisea del oficial Holden (Steven Strait) y la Canterbury. La primera temporada consta de 10 episodios y es una verdadera y absoluta gozada: las secuencias de acción son abundantes y ruidosas (y hacen desear que la serie hubiera desembarcado también en alta definición) y, pese a lo denso de la trama, no se escatima en diversión, conspiraciones o asesinatos.
Cambio de registro: A Ghost Story toma la imagen icónica del fantasma, la de una figura humana cubierta con una sábana, para presentar una triste historia de amor en la que el fallecido, un músico que muere en un accidente, solo puede observar cómo su amor perdido pasa página a lo largo de los años. Quizá la mejor manera de definir la onda que define al filme de David Lowery es señalar que sus protagonistas son Casey Affleck (Manchester frente al mar) y Rooney Mara (María Magdalena), dos actores poco dados al cine de terror salvo que éste sea muy, muy sui generis. Es el caso de esta historia de fantasmas, un viaje cósmico que opta más bien por el drama, y donde el tiempo se convierte en el eje fundamental del relato que Lowery aborda en las antípodas sentimentales de Always de Spielberg. A su manera, se trata de la aproximación más terrorífica posible: todo pasa, nada permanece y ustedes y yo estamos condenados al olvido. El audiocomentario de Lowery sin duda aclarará significados, y el gusto musical que adorna el filme se desarrolla en el documental "historia de una canción".