Hace 25 años que el mundo es peor porque Mary Santpere no se viste de gitana. La gran payasa catalana murió el 23 de septiembre de 1992 en un avión que salió de Barcelona a las 12.30 y llegó a Madrid a las 13.24. Santpere había pedido una almohada a la azafata nada más despegar, se durmió y no volvió a despertarse (la causa fue un aneurisma disecante de aorta). Se dirigía a Madrid para concretar su participación en Farmacia de guardia y en sus últimas declaraciones, en Antena 3 Radio, había dicho que su racha de mala suerte ya había pasado. En 1987, su marido, Francisco Pigrau, se arrojó al mar desde un barco cuando viajaba a Mallorca (el cadáver lo encontró la tripulación de un pesquero a nueve millas de las costas de Garraf). En 1989, la actriz había sido ingresada de urgencia en la clínica Quirón de Barcelona por una miastemia. Y en mayo de 1990 fue atropellada. La racha. Su último papel, descacharrante, había sido La Maru en Makinavaja, el último choriso (1992). Madre de Maki y puta de profesión, presumía de haberse pasado por la piedra al 5º Tambor de Regulares y dos Banderas de la Legión cuando el general Valera entró con los moros en Barcelona.
Mary Santpere había nacido en Barcelona el 1 de septiembre de 1913 (o de 1917). Hija del gran actor del Paralelo Pepito Santpere, siempre se rio de sí misma, de su aspecto, de su altura. De esa pinta entre Margaret Rutherford y Margaret Dumont. A los quince, con un aparato en los dientes, escuchó su primer piropo: "Mira si es fea que incluso le han puesto bozal". Su primer papelito fue en una obra de Alfons Roure llamada Mariano de la O. Y ya salió vestida de gitana. Rubia, alta, con acento catalán. El debut en el cine fue con la película Paquete, el fotógrafo público número uno (1937), dirigida por Ignacio F. Iquino, a quien estaría ligada muchos años (como a Joaquín Gasa en el Teatro Cómico). En esa película, un mediometraje, también debutó Paco Martínez Soria. Hace poco, un investigador encontró en el Archivo de Salamanca su carnet de la CNT. Era esa una época en la que la CNT y la FAI habían abolido la propiedad privada de los medios de producción agrícola e industrial. Así, la producción de Paquete… es del SIE Films (Sindicato de la Industria del Espectáculo). Los del control artístico dijeron que había que repetir la película, que ese actor era vulgar y nunca sería nadie, que nada podía esperarse de alguien llamado Paco Martínez Soria. A Mary Santpere, que hacía de vampiresa, la llamaron fea. Pero eso ya se lo decía ella a su padre y él le contestaba que con personalidad se va más lejos que con belleza. Se llamaba a sí misma la fea del cine español ("de joven era más fea que ahora"). En Botón de ancla (1947) ella y María Isbert eran las feas que espantaban a los marinos.
La carrera de Mary Santpere siguió en el cine, pero sobre todo en el teatro. También en la revista, en el circo y en la radio (como los grandes cómicos americanos, tenía en Radio Barcelona un programa llamado La hora de Mary Santpere). Pero quienes la considerábamos alguien de nuestra familia la habíamos visto en la televisión (aunque no hubiéramos llegado a ver La gran parada, en 1961). Mucho antes de que fuera la madrina de las Mama Chicho, era un personaje habitual en nuestras casas. Y todo lo había hecho antes que otros. Por ejemplo, de doña Croqueta. En Veraneo en España (1956), después de cantar Dolores Vargas Las chufliyas de ti-qui-tí (canción de Ochaíta, Valerio y Solano para ‘Curra Veleta’), sale Mary Santpere vestida de gitana, con un floripondio ridículo en la cabeza y hablando con acento inglés (se llama Marilyn Kerrigan). La mejor parte es cuando se pone a tocar las palmas. También se adelantó a una trama de La que se avecina en 1971 (lo del pezón de Fernando Esteso varía un poco, pero es el mismo concepto). Fue en La casa de los Martínez, haciendo de sí misma. Era una payasa que en el intermedio de la función llama a Mari Carmen Prendes (su amiga Olga) para decirle que en la página 37 de su libro Erotísima cuenta que tuvo un lío con el doctor Barnard bailando tangos. Que quite esa página en la segunda edición.
Siempre negó una leyenda que se le atribuía. Según la misma, Bobby Deglané le habría preguntado "si cuando los catalanes hablan, ladran". La supuesta respuesta de la actriz: "No lo sé, pero tú sí tienes nombre de perro". Demasiado vulgar para Mary Santpere.