En el Festival de Málaga hay una sección llamada "5 minutos" porque es donde se presentan películas que acaban de finalizar sus rodajes y se proyectan unos minutos de la misma. En ese contexto se presentaba la película Contigo no, bicho que aspira según decían a Es Cine sus propios directores a convertirse en el Porky's español. Tres adolescentes que se van de vacaciones a Torremolinos con la única intención de perder la virginidad, y a ser posible no una sino muchas veces.
El casting de los jóvenes se realizó mediante pequeños vídeos que los aspirantes subían a las redes sociales de la película. Sin embargo, también hay caras conocidas como la actriz porno Amarna Miller, que hace su primera incursión en el cine convencional, y Alfonso Sánchez y Alberto López, dos actores muy populares gracias a Ocho apellidos vascos y la serie Allí abajo.
Alfonso y Alberto se dieron a conocer precisamente en internet gracias a unos cortos que subieron en 2009. En el primero, Eso es así, dan vida a Rafi y Fali (los compadres), dos sevillanos prototípicos que arreglan el mundo desde una terracita cerveza en mano. Luego publicaron Esto ya no es lo que era en la que encarnan a dos personajes totalmente distintos, el culebra y el cabesa, dos raterillos que al igual que los compadres arreglan el mundo, esta vez desde un parque.
Los vídeos tuvieron tanto éxito que hicieron una película, El mundo es nuestro (2012), donde el culebra y el cabesa entran a robar a un banco de Triana vestidos de nazarenos de Semana Santa. La película se presentó precisamente en este mismo festival y salió con el premio del público. Posteriormente en los cines realizó una buena recaudación pese a las pocas copias de distribución que tuvo. Su fama es tal que llevaron sus historias también al teatro, con tanto éxito que el mismo Pérez Reverte les ha autorizado para adaptar sus textos periodísticos para la obra Patente de corso.
Desde el éxito de El mundo es nuestro llevan intentando financiar su segunda película, El mundo es suyo, en esta ocasión protagonizada por los pijos Rafi y Fali. Sin embargo, se están encontrando con numerosos impedimentos. "El cine español está en estado familiar, nunca puedo entrar", bromeaba Alberto López en los micrófonos de esRadio parodiando una famosa letra de rock, aunque reconoce que el tema es muy serio. "El cine español está en una habitación opaca de la que nadie sabe nada y nos van contando que todo va bien".
Alfonso Sánchez añadía que "es muy difícil entrar" debido "a las poltronas" que "no sólo las hay en política". Por ello, "me hace gracia la gente de la cultura que despotrica de las poltronas políticas y no de las culturales". Como ejemplo ponía la guerra vivida en el Matadero de Madrid. "Hay que dejar paso a gente nueva y sobre todo no estar de espaldas al público como lo está el cine español". Se lamentaba que si "esto hubiera ocurrido en EEUU o Francia ya habríamos hecho 3 películas". Tanto Alfonso como Alberto, los compadres, siempre se han caracterizado por no tener pelos en la lengua como cuando denunciaron que Canal Sur no les pagaba en el propio Canal Sur y en directo.
Violencia contra la mujer
En cuanto a la Sección Oficial ha estado marcada por películas en las que se ejerce la violencia contra la mujer. De esta forma, Brava nos cuenta la historia de una mujer que es violada en el metro de Barcelona ante la pasividad de los viandantes. Una pasividad que también ejerce ella cuando los violadores la sueltan para agredir a otra chica. Historia dura muy bien interpretada por Laia Marrul que se ha especializado en dramas. No estaría mal que la actriz hiciera un cambio de registro.
A continuación era una historia real la que encogía el corazón del publico del Teatro Cervantes, La mujer del animal. Víctor Gaviria narra unos acontecimientos atroces ocurridos desde 1975 en un poblado de chabolas de Medellín donde un auténtico animal sin sentimientos y empatía por las mujeres que rapta, viola y maltrata sistemáticamente. Película dura cuyo punto débil son las continúas elipsis temporales que hace imposible entender a veces a la víctima. Sin embargo, es un retrato estremecedor de la violencia que viven determinadas poblaciones de Colombia.
La tercera película a competición, El candidato, dirigida por el gran actor uruguayo Daniel Hendler, es totalmente prescindible. Trata sobre cómo un equipo de marketing está fabricando la campaña de un candidato a la presidencia. Planteamiento original con alguna escena surrealista que empieza a desmoronarse sin ningún tipo de sentido a partir del minuto 20. En general, las películas latinoamericanas seleccionadas están dejando bastante que desear en este Festival de Málaga.