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Cuando George C. Scott rechazó su Oscar por 'Patton'

El actor rechazó el premio por considerar la gala un "desfile de carne".

El actor rechazó el premio por considerar la gala un "desfile de carne".
George C. Scott en Patton | Archivo

La definición de actor de carácter nunca se amoldó mejor, en todos sus sentidos, que a George C. Scott. Fallecido en septiembre de 1999 en Los Ángeles, víctima de un problema vascular abdominal, Scott rechazaba el sistema de votaciones de la Academia y la mera idea de convertir la interpretación en una competición como los Oscar, de modo que rechazó su premio por interpretar al general Patton en la película de Franklin J. Schaffner.

Desde luego, convertir a Scott en un modelo de comportamiento es algo, como poco, desacertado. El actor propinó palizas a Ava Gardner durante su breve romance, y su inestable historial amoroso refleja perfectamente su difícil carácter, así como su afición a la bebida. Sus cuatro matrimonios, dos de ellos con Colleen Dewhurst, dan fe de ese tormento.

La impetuosa personalidad de Scott se forjó, eso es verdad, en un siglo azaroso. Alistado en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, el futuro actor nunca llegó a entrar en combate, pero a cambio fue destinado al cementerio de Arlington. No fue una estancia plácida, con el soldado viendo pasar por delante los cadáveres de centenares de compañeros muertos en los múltiples frentes abiertos en el exterior.

Las heridas psicológicas de Scott no tardaron en manifestarse en forma de severas depresiones, altos y bajos bañados de alcohol y adornados con sus intentos de labrarse una carrera como escritor que no hicieron sino mellar aún más su carácter. Hubo, al menos, una salida productiva a toda esa furia, la de actuación, concebida como vía de escape para huir de sí mismo.

Ejemplo perfecto del intérprete atormentado, el tempestuoso George C. Scott era de todo menos tópico, por mucho que su vida amorosa sí reflejara esos claroscuros de manera trágica. Los papeles que lo hicieron famoso también destacaban por su belicismo. El papel que le abrió el camino hacia Patton fue, precisamente, el de otro militar, el enloquecido general Turgidson de ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú, la sátira de Stanley Kubrick en la que Slim Pickens acababa cayendo en picado sobre una bomba nuclear.

El carácter de Scott era perfecto para interpretar al también bombástico general Patton en la película bélica de Franklin J. Schaffner ganadora de 7 premios Oscar. El actor ganó el papel a una de las mayores estrellas de Hollywood todavía entonces, John Wayne, además de otra media docena de contendientes, y logró convertirse en un icono eterno de la pantalla.

Ganó el Oscar por ello… pero lo rechazó, aduciendo que esa noche ponían un partido de hockey por la tele, llamando "desfile de carne, ofensivo y bárbaro" a la alfombra roja de la industria.

El actor, en realidad, ya avisó de sus intenciones vía telegrama. Scott advirtió dos meses antes de la gala, en el mes de febrero, que rechazaría la nominación al premio, de modo que lo que pasó después no extrañó a nadie. Corría el mes de abril cuando, tras la lectura del ganador a manos de Goldie Hawn –que profirió un "oh dios mío" que lo anticipó todo– el productor de la película recogió el premio en su nombre. Scott, que competía contra Jack Nicholson, James Earl Jones, Ryan O'Neal y Melvyn Douglas, estaba durmiendo en su granja de Nueva York cuando todo esto ocurría en Los Angeles.

Patton abrió una crisis que se debatió en todos los medios del espectáculo y otros nacionales. La industria se dividió y abrió el melón del rechazo de los premios Oscar. No sería el último en hacerlo, con Marlon Brando repitiendo la jugada por El Padrino muy pocos años después, en 1973. La esposa de éste recogió el premio en su lugar explicando que el actor rechazaba el premio por el vergonzoso trato de la industria a la comunidad india y el entonces reciente sitio de Wounded Knee.

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