En el cine no sólo basta con tener buenas intenciones. La ciénaga, película colombiana, pretende contarnos una historia que ya hemos visto varias veces en la gran pantalla, sin ir más lejos en Mar adentro de Alejandro Amenábar. A diferencia de la película española, intenta huir de todo tipo de emociones para presentarnos el sacrificio de una madre ante la enfermedad que tiene a su hijo postrado en una cama y por tanto no pueda visitar el mar, que es de lo que trata la película.
Insufrible e insoportable según la crítica, una parte se salió del cine a mitad de la proyección haciendo de La ciénaga una firme candidata a unos de los premios del festival. Ya sabemos que los jurados suelen premiar lo que no gusta ni a crítica ni a público y esto viene a ser una constante en todo certamen que se precie.
Más interesante pero también fallida es el film La madre, del vallisoletano Alberto Morais. Un film en el que a base de ocultar datos se nos intenta contar la historia de un adolescente totalmente desarraigado ante una madre, que en ningún momento sabemos lo que le pasa, pero que no se preocupa demasiado por su vástago.
El recorrido de este muchacho ante la posibilidad de que tenga que volver a ser internado en un centro de menores es el eje central de una película que a mí personalmente no me emociona sino que me distancia a los 20 minutos de haber comenzado. Aunque ésta sí parece haber gustado más a un sector de compañeros.
En la que todos se han puesto de acuerdo es en alabar las virtudes de Doña Clara (Aquarius es su título original), película brasileña interpretada por una omnipresente y magnífica Sonia Braga que da vida a una mujer de clase media alta que vive en un edificio que ha comprado casi en su totalidad una importante constructora para levantar una gran urbanización. Ella es la única que se niega a vender su piso por una cuestión de principios y recuerdos, algo que no le será fácil a lo largo de las casi dos horas y media que dura la película.
Personalmente no me parece mal la propuesta pero no me entusiasma ni me interesa lo más mínimo. Me harta tantas canciones que incluye la BSO del film, tanto paisaje interior y exterior y tan poca chicha. Aunque reconozco, eso sí, que Sonia Braga puede ser una firme candidata a la Espiga a la mejor interpretación femenina.
El martes fue un día marcado por lo que este festival denomina día del cine español. Así concedió dos espigas de honor a la casi española Geraldine Chaplin por su trayectoria cinematográfica y a un hombre que ha hecho mucho por el cine español y universal a la hora de poner la filmoteca nacional en lo más alto del panorama cinematográfico. Nos referimos a Chema Prado, ya retirado de su cargo al frente de la filmoteca nacional, pero que a mí entender se merece éste y todos los premios que le den, insisto, por su gran labor.
Este miércoles nos espera un día eminentemente marcado por películas de Irán y de Túnez que Dios nos coja confesados.