Este fin de semana daba inicio la 61ª edición del Festival Internacional de Cine de Valladolid, la famosa SEMINCI, y lo ha hecho con una película española de un director novel, cosa no habitual en este certamen. Pero claro, al tratarse de Miguel del Arco, uno de los directores de teatro más reputados del país, la cosa se comprende totalmente. Las furias, que así se llama, llegará al resto de España el próximo día 11 de noviembre.
Las furias nos cuenta la historia de una familia totalmente desestructurada alrededor del padre de familia, un insigne actor que sufre alzhéimer. Durante un fin de semana de encuentro todo lo que va a suceder resultará trágico al espectador. Plantel de actores magníficos encabezado por una inmensa Mercedes Sampietro a la que acompañan Carmen Machi, José Sacristán, Bárbara Lennie, Gonzalo de Castro…
La película ha gustado a medias y hay división de opiniones entre la crítica especializada. A mí personalmente me ha gustado aunque habría quitado del reparto al poco eficaz en los últimos tiempos Alberto San Juan que parece que está en su propia película.
Tras Las furias llegó otro de los puntos fuertes de la edición de este año, la película francesa Las inocentes, de Anne Fontaine. La historia, basada en hechos reales, trata sobre una joven médico francesa desplazada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial a Polonia. Allí asistirá a un grupo de jóvenes novicias que han sido violadas por soldados rusos. Descarnada y real, la película nos muestra las vidas de estas mujeres que tendrán que esconder lo que ellas consideran una vergüenza convirtiéndose en unas mujeres prisioneras de su convento en un refugio de dolor e incomprensión por parte de una sociedad que incompresiblemente las culparía de un acto de tal calibre. Recordemos que estamos en 1945.
La directora huye de cualquier tipo de sentimentalismo para brindarnos una historia cruel en la que la fé, no sólo en la religión sino en distintos aspectos de la vida, será el eje central. Eje central por ejemplo de la protagonista, la médico, que cree única y exclusivamente en el ser humano olvidándose de cualquier religión ya que ella es atea. No sabemos si el jurado la tendrá en cuenta pero de las 4 películas vistas hasta el momento es una de las de mayor calidad. En España se estrena el 23 de diciembre.
El plato fuerte de la apertura, tanto para público y crítica, es la ya premiada en otros festivales como el de Venecia (premio a la interpretación para Oscar Martínez), El Ciudadano ilustre. La película argentina, que opta a los Oscar por su país, es la estupenda historia de un premio nobel de literatura arisco e introvertido que volverá a su pueblo natal en Argentina para ser distinguido como ciudadano ilustre tras más de 40 años de ausencia.
Divertida, sarcástica y real como la vida misma, el encuentro del escritor y sus antiguos vecinos y amigos hará que reconozcamos una realidad poco complaciente y llena de mentiras y verdades escondidas. Inmensos todos los intérpretes de la cinta, destacando especialmente a Oscar Mártínez que no sabemos si se llevará la Espiga a la mejor interpretación masculina pero que es merecedor de todos los premios.
Acabamos con una película de origen egipcio, Clash, que nos lleva a El Cairo en el verano de 2013 tras la llamada revolución egipcia y la caída del pesidente islamista Morsi. La situación del país políticamente hablando no sólo era muy inestable sino que tenía a la sociedad civil totalmente dividida entre los afines al ejército, que ostentaba el poder en ese momento, y los que apoyaban a los Hermanos Musulmanes.
Esta fábula en la que partidarios de una y otra facción comparten espacio en un furgón policial al ser detenidos en medio de revueltas dará la ocasión al director de contarnos una historia de hombres y mujeres que no tienen en apariencia nada en común y sí mucha violencia en su interior. A pesar de la dureza de la película terminamos riéndonos en alguna ocasión de las situaciones que se viven dentro de ese furgón policial.
Las cuatro películas tienen un punto en común, el conflicto: ya sea personal, político o emocional. Veremos qué pasa con el cine que nos traerá los próximos días la SEMINCI. Promete ser una de las ediciones más sociales de su historia.