Spotlight ha sido la ganadora como Mejor Película de los Oscar, aunque si contamos por número de premios sería Mad Max: furia en la carretera y sus 6 estatuillas la que más ha recogido. La Academia se ha puesto muy pesada al elegir a un presentador chillón, imagino que muy gracioso para los norteamericanos, que se ha empeñado en hablar continuamente de la importancia de los negros en la industria y que, según él y otros colegas, han ignorado a la hora de las nominaciones. En la nominaciones que no en las presentaciones, ya que eran más los presentadores negros que blancos.
¿De verdad hay que darle tanta importancia a este hecho? ¿Por qué nadie se ha acordado de los actores latinos o asiáticos? Que digo yo que también forman parte de la comunidad norteamericana. Eso sí, están tan marginados que sólo les han dado la oportunidad a la hora de entregar el premio a la Mejor Película Extranjera a El hijo de Saúl, sin duda la mejor en el apartado de habla no inglesa.
Volviendo a Spotlight, creo que era un premio cantado en el momento en que el Oscar a Mejor Guión Original fue a parar a este título, un premio que por tradición suele ir unido al de Mejor Película. No obstante, su gran rival, El renacido, no se va de vacío ya que se ha llevado el merecidísimo premio para Leonardo DiCaprio y el de Mejor Director para Alejandro González Iñarritu por segundo año consecutivo, algo que en los 88 años de Oscar sólo han conseguido John Ford y Joseph Leo Mankiewicz.
Sorpresas y emoción
Si hablamos de sorpresas, no ha sido la de Alicia Vikander por La chica danesa, a la que daban por ganadora en todas las quinielas, ni la de Brie Larson por La habitación, algo cantado, sino la Mark Rylance por El puente de los espías. Un Oscar, el de Mejor Actor de Reparto, que le ha arrebatado al favorito Sylvester Stallone por Creed.
Sin duda, el momento más emotivo ha sido la actuación de Lady Gaga, que optaba al premio a la Mejor Canción, y que tuvo una presentación de lujo a cargo del vicepresidente de los EEUU que ha visto recompensada su aparición con una gran ovación de todo el público del Doby Theatre puesto en pie. Vamos, lo mismo que aquí cuando sale un político.
Ha sido una gala muy repartida con películas, exceptuando El renacido y Mad Max, con no demasiada recaudación de taquilla en USA. Basta con ver el vídeo del presentador con gente que no conocía los títulos. A lo mejor, y sólo a lo mejor, levanta cabeza en la taquilla la película ganadora.
He echado mucho de menos el gran espectáculo de otras galas y debo reconocer que ha habido momentos de gran aburrimiento. A lo mejor el año que viene nos toca un presentador hispano para que también reivindique lo de la diversidad y se vuelvan a olvidar de algo tan importante como que el cine lo que da es espectáculo y no el espectáculo del presentador con sus chistes sin ninguna gracia. Está claro que mucho no me ha gustado esta 88 edición de entrega de los Oscar.