James Foxx ha criticado duramente a su colega de profesión, el actor Will Smith, por no ser buen actor.
Sucedió en el American Black Film Festival Awards que tuvo lugar el domingo en Beverly Hills y a raíz del boicot a los Oscar planteado por el protagonista de El Príncipe de Bel Air por la ausencia de nominados negros en los premios de este año, entre ellos él mismo por su rol en la película La verdad duele.
"¿Cuál es el problema?", dijo el actor, que ganó el Oscar al Mejor Actor por la película Ray. "Estaba sentado en casa con mi Oscar, pensando ¿por qué este alboroto?", recoge la prensa internacional. El protagonista de Django desencadenado dio a continuación un discurso claramente improvisado que señalaba intereses personales de Smith.
Foxx subió al escenario para recoger la distinción ABFF en los citados premios. "Mi amigo dijo, ¿estás loco? Um, un poco, pero no realmente", reflexionó Foxx. "Llamé a Denzel [Washington] e "instagrameamos" nuestro Oscar juntos", dijo, señalando a otra estrella de color que tiene un Oscar.
Foxx se burló también del acento nigeriano que luce Smith en el filme La verdad duele, definiendo su discurso como #whatsthebigdeal y #actbetter ("¿cuál es el problema?" y "actúa mejor"), en clara referencia al famoso hashtag #OscarsSoWhite que ha aglutinado todo el movimiento que acusa de racismo a la Academia.
Después Foxx se puso algo más serio, dando a entender que no todos los profesionales de color de la industria están de acuerdo con la campaña.
"Estaba con Sidney Poitier hace algunas semanas, y en 1963 todo lo que pedíamos fue una oportunidad para actuar". "Eso era todo, una oportunidad. Si enciendes la cámara y dices 'Ok... ganar un premio... y acción', lo que ocurre es que damos como diez pasos atrás. Todo se basa en el arte. ¿A quién le importa lo demás?".
Foxx, ganador de un Oscar y un Globo de Oro, tomó un rol inicialmente destinado a Will Smith con la película de Quentin Tarantino Django desencadenado. Smith abandonó el proyecto por diferencias creativas con el director, y Foxx recogió el testigo. "Sentía que tenía que ser una historia de amor, no de venganza", dijo en su momento Smith.