Alfombra roja, flashes, mucho glamour, actores veteranos, jóvenes directores que tratan de hacerse un hueco y mucho cine. Por si todo esto fuera poco, detrás de los Premios Goya, que este año cumplen 30 años, hay cifras económicas y balances en páginas salmón. Volvemos la vista atrás para ver en qué estado de salud se presenta el cine en esta fiesta del séptimo arte y la conclusión es doble: positiva, si tenemos en cuenta que la cuota de pantalla registró su tercer dato más alto; negativa, por la mancha que ha supuesto el presunto fraude en las subvenciones que investigan cuatro juzgados de Madrid.
En noviembre, se destapó un fraude millonario en las subvenciones que Cultura otorga a las productoras de películas españolas. Supuestamente, se falseaban los datos de taquillas y entradas para aparentar que la película reunía los requisitos exigidos por la normativa y, de esta manera, obtener ayudas que podrían alcanzar hasta 1,5 millones de euros. La trama incluye productores y exhibidores. Este ha sido un golpe duro para unas subvenciones puestas en entredicho desde hace bastante tiempo.
Para evitar estafas de esta índole, en 2016 se ha puesto en marcha un nuevo modelo de subvención con la nueva Ley del Cine. El principal cambio supone que las ayudas, en lugar de otorgarse en función de la taquilla como hasta ahora -dos años después de rodarse-, se den de forma anticipada al rodaje y en función a criterios como la trayectoria del productor y la viabilidad financiera del proyecto. Además, habrá subvenciones especiales para el cine independiente en función de su interés cultural. En cualquier caso, hasta 2018 convivirán ambos modelos.
Los datos de sala
Presupuestos aparte, a los españoles, con las cifras en la mano, parece que les gusta el cine. La cuota de pantalla alcanzó el 19%, el tercer mejor dato desde que se contabiliza, tras el conseguido en 2014 (25,5 %) gracias al tirón de Ocho apellidos vascos y en 2012 (19,5%). Según el balance ofrecido por Rentrak, el cine en España ha superado de nuevo los 100 millones de recaudación en salas y ha atraído a 94 millones de espectadores. La taquilla se incrementó por segundo año, con una subida del 8% en la recaudación del conjunto de películas -españolas y extranjeras- y de un 6% en el número de espectadores.
Ocho apellidos catalanes, con una recaudación de 31 millones de euros, fue el gran gancho para animar a los espectadores a acudir a las salas, por delante de películas abanderadas por Hollywood. Sin embargo, ninguno de los cinco títulos españoles más vistos han recibido nominaciones para los Goya.
La favorita, La novia, de Paula Ortiz, basada en los textos de Bodas de sangre de Federico García Lorca, tiene doce nominaciones y una cifra de 443.000 euros en taquilla; y la segunda, Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, 365.000 euros. En total, las cinco candidatas al Goya a Mejor Película suman 1,1 millón de espectadores.
Todas estas cuestiones podrán salir a relucir en la gala del próximo 6 de febrero, en una ceremonia conducida de nuevo por el malagueño Dani Rovira, que promete un "festín" lleno de "sorpresas", "ameno" y "divertido". Acudirá el ministro en funciones de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, para quien esta será su primera gala. "Habrá que hacer alguna mención -al Gobierno-, no vamos a ser maleducados", bromeó Rovira.