Todos los focos mediáticos de Estados Unidos se concentran estos días en una pequeña ciudad del condado de Erath de Stephenvill, en la que se prepara el juicio de Eddie Ray Routh, el exmarine que mató a Chris Kyle. Se trata del francotirador de los SEAL que inspiró a Clint Eastwood en su última película, American Sniper.
Kyle, con más de 150 muertes acreditadas en la contienda de Irak y una hoja de servicios intachable, es considerado un héroe americano. Murió a los 38 años abatido por las balas de un arma de fuego en Texas. Una historia que narra en El francotirador, cuyo estreno en España está previsto para el 20 de febrero y que es un fenómeno de masas en Norteamérica.
El gobernador de Texas Greg Abbott ordenó que las banderas ondearan a media hasta para honrar al francotirador y en Stephenville ya dan por culpable a Eddie Ray Routh, que acribilló por la espalda a Kyle y su amigo Chad Littlefield cuando estos intentaban ayudarle a salir de su depresión.
Los abogados de Routh, Warren St. John y Tim Moore, habían pedido posponer el proceso, hasta que pasara el efecto American Sniper, y también solicitaron trasladarlo fuera del condado de Erath, pero ambas peticiones fueron rechazadas.
A los letrados no solo les toca pelear en el campo judicial, sino también el mediático, en el que Routh es culpable a todas luces y por el que muchos han cuestionado las garantías procesales del acusado.
Para la defensa, se lo jugarán todo a una carta: Routh sufría desórdenes psicológicos y estrés postraumático desde su regreso de Irak y el día de los asesinatos estaba "demente", según sostienen sus abogados.
La acusación, por su parte, defendió, según sus "pruebas", que el exmarine "mató intencionadamente" a Kyle y a Littleflied, aún sabiendo que estaba mal lo que hacía.
Mucho tendrán que cambiar las cosas en las dos semanas que se estima que durará el juicio para que la acusación no solicite una pena de cadena perpetua, como tiene previsto.
American Sniper ha batido todos los récords del mes de enero haciéndose con 105,3 millones de dólares, aniquilando a la competencia.