Sony Pictures Entertainment cedió a las exigencias de los hackers y los actores de Hollywood no se lo han tomado nada bien. La productora anunció la cancelación del estreno en Estados Unidos de la película The Interview, comedia de Seth Rogen y James Franco sobre un complot estadounidense para acabar con la vida del dictador norcoreano Kim Jong-un. Estaba previsto para el 25 de diciembre, después de que las principales salas de cine del país rechazaran el filme por el temor a un acto terrorista.
Un grupo denominado Guardians of Peace, responsables del ciberataque a Sony el 24 de noviembre, emitió un comunicado en el que advirtió de que sembrará el terror en los cines que ofrezcan el filme y comparó su plan con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Poco antes del anuncio de Sony, las empresas que gestionan las cinco cadenas de salas de cine más importantes del país optaban por no correr riesgos y retirar The Interview de su cartelera navideña.
El Gobierno de Corea del Norte ha negado cualquier vinculación con el ciberataque, que según algunos expertos pudo haber sido ejecutado por empleados descontentos o por simpatizantes de Kim Jong-un ofendidos por la película.
Obama resta importancia
Obama ha señalado que los estadounidenses no deben sentirse intimidados por las amenazas del GOP. "Mi recomendación es que la gente vaya al cine", declaró la cadena ABC. La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, recordó que "no hay información creíble para respaldar" esas amenazas. El Consejo Nacional de Seguridad ha informado que el Gobierno ofreció "apoyo y asistencia" a Sony para responder al ciberataque.
Las redes sociales han sido el tablón utilizado por actores y directores para mostrar su desacuerdo con esta medida. Steve Carell ha lamentado vivir "un mal día para la libertad de expresión". Mia Farrow asegura que "ganaron los chicos malos". El director Michael Moore ha pedido a los piratas informáticos "menos comedias románticas, menos películas de Michael Bay y menos de Transformers".
Los actores Ben Stiller o Rob Lowe, amigos de Seth Rogen y James Franco, protagonistas de la cinta, han criticado la decisión de las salas de cine. "Los hackers ganaron. Una victoria total y completa para ellos", ha escrito Lowe en Twitter.
Fuera de esta industria, también ha habido reacciones. El empresario Donald Trump se ha quejado de la decisión de Sony porque, dice, perjudica la libertad de expresión.