Con motivo del 35º aniversario de la crisis de los rehenes de Irán, la CIA ha lanzado una serie de tuits en los que desmenuza lo que ocurrió con aquel grupo de diplomáticos atrapados en Teherán, contraponiendo la realidad con lo relatado en Argo, destapando tuit a tuit las licencias cinematográficas que se tomó la película del oscarizado Ben Affleck.
En una serie de mensajes en Twitter, que comenzaban mostrando la admiración de la CIA y de sus miembros por la película de Affleck, la agencia de inteligencia estadounidense destacó aquellos pasajes de la historia en los que la película se apartó de la verdadera operación de rescate de rehenes.
En este "Real vs. reel" (realidad frente a rollo -de película-), la CIA destaca, por ejemplo, que los seis diplomáticos no fueron directamente a refugiarse a casa del embajador canadiense después de que la embajada estadounidense fuera tomada, que no fue uno sino dos -y muy expertos- los agentes que se desplazaron hasta Teherán y que el embarque en el aeropuerto fue, como era de esperar, mucho más tranquilo -con retraso de vuelo incluido- del que se retrata en la película y que sirve de gran clímax a la cinta ganadora de tres premios Oscar.