El jurado internacional de la SEMINCI ha comunicado este sábado el palmarés y ha sido toda una sorpresa, pero para bien. La Espiga de Oro es para la película israelí La fiesta de despedida (Mita Tova) un film que sabe mezclar a la perfección drama y comedia para contarnos la historia de un grupo de amigos que viven en una residencia de mayores e inventan una máquina para aquellos que quieran poner fin al sufrimiento de enfermedades terminales.
Sus dos protagonistas femeninas, Levana Finkelshtein y Aliza Rozen, también ganaban el premio ex aequo a Mejor Actriz. Una decisión sorprendente la de premiar una película como La Fiesta de despedida ya que en su trama pesa más la comedia pese al trasfondo evidentemente dramático y ya sabemos que las películas que hacen reír no suelen ser premiadas.
La Espiga de Plata es para la alemana Camino de la cruz (Kreuzweg) que aborda las consecuencias de los extremismos religiosos. Contada mediante 14 planos secuencia, muestra los últimos días de María, una adolescente devota de Dios y cuya familia sigue las doctrinas de una rama ultraortodoxa de la Iglesia católica que por poner un ejemplo, consideran demoníaca cualquier manifestación musical que no sea clásica o religiosa. Esta película también ha recibido el premio FIPRESCI (la crítica internacional) y del Jurado Joven.
La también alemana Diplomacia (Doplimatie) ha conseguido los galardones a Mejor Director y Mejor Actor. Dos premios muy merecidos ya que Schlöndorff ha vuelto a demostrar su buen hacer tras las cámaras en un duelo dialéctico entre el general nazi al mando de París y el cónsul noruego que lo convenció de no volar por los aires la ciudad del Sena como había ordenado Hitler.
La interpretación de Neils Arestrup es merecedora del galardón porque supo mostrar la evolución desde la soberbia nazi al derrumbe de un hombre que no cree en lo que le ordenan. El Premio del público ha ido a parar a la británica Nuestro último verano en Escocia mientras Mejor Guión y Mejor Fotografía lo consigue la turca El corderito (Kuzu). Incomprensible que Zhang Yimou y su Regreso a casa se vayan de vacío cuando era clara merecedora de estos dos últimos galardones.
La opinión de Arconada
Palmarés desde mi punto de vista justo aunque con notas discordantes como guión y fotografía. Claro, que Turquía era uno de los patrocinadores del festival y algo se tenía que llevar. Si es cierto que este año la SEMINCI en sus premios principales recuerda a los inicios del certamen cuando tenía por subtítulo "de valores humanos y religiosos". Las dos películas ganadoras tienen de lo uno y de lo otro en abundancia.
Este año Valladolid ha vuelto a brillar con su SEMINCI en un festival en el que hemos podido ver grandes películas, en el que los aficionados al cine hemos podido disfrutar de buenos guiones, buenos directores y buenas interpretaciones. Qué más se puede pedir. Bueno sí, una cosa, que el año que viene en su 60º aniversario el festival siga siendo un referente para todos los que amamos al cine. Hasta el año que viene, SEMINCI.