Hoy si os parece vamos de más a menos y es que la SEMINCI ha proyectado una auténtica joyita de origen israelí y que lleva como título La fiesta de despedida. Consuela además saber que pronto se verá en el resto de España ya que tiene distribución.
Los festivales no suelen premiar aquellas películas que despiertan risas y ésta tiene muchas, mezcladas con alguna que otra lágrima. Ahí está lo genial. Espero que al menos el público le dé el premio a la Mejor Película. Nuestro protagonista vive feliz en una residencia con su esposa y un día decide cumplir el deseo de su mejor amigo, Max, que se encuentra en estado terminal. Éste le pide que le ayude a morir en paz.
Le ayudarán un veterinario, un policía prejubilado y la propia mujer de Max, vieja amiga del matrimonio protagonista. La cuestión es que ninguno de ellos está dispuesto a apretar el "gatillo", para ello fabrica una máquina que permitirá al propio enfermo ponerla en funcionamiento. Ésta pronto se hará popular y volverán a ser solicitados para otras misiones.
Sorprende en primer lugar que siendo una película israelí haga esa propuesta de elección a la hora de morir y que siendo un tema tan trágico el espectador ría continuamente ante las situaciones que se le presentan a estos jubilados. Realmente soberbia.
La película austriaca Grietas en el hormigón no llega a tanto pero despierta al menos el interés del espectador. La película contiene muchos elementos de una Viena que nunca se ve en la que pululan pandillas, drogas, rap sucio, peleas y sexo. La historia se centra en Ertan, un hombre que ha permanecido 10 años en la cárcel, que ha perdido todo contacto con su mujer e hijo, del que ni siquiera su hermano quiere saber nada y que se va a encontrar de frente con el problema de su hijo mayor que lleva el mismo camino de delincuencia que él.
Ertan quiere evitar a toda costa los problemas pero la vida y circunstancias no le van a dejar. Melodrama oscuro y duro que nos muestra una cinematografía que nunca o casi nunca llega a España.
Finalmente, en cuanto a películas se refiere, hay que hablar de la mexicana La Tirisia, un film donde el paisaje árido y áspero se convierten en auténticos protagonistas de esta historia en la que dos mujeres se quedan embarazadas del mismo hombre, una de ellas tiene a su marido trabajando en el extranjero. Al volver, la mujer tendrá que desacerse de su bebé entrándole lo que se llama "tirisia", cuando a la gente se le van las ganas de vivir y se les escapa el espíritu.
La película intenta retratar una historia de un México profundo y abandonando de la mano de Dios en donde la civilización, el abuso y la falta de Ley son origen de este melodrama que se aleja del culebrón aunque cae en los mismos errores.
No puedo finalizar, y cómo os comentábamos ayer, sin algunos de los titulares que dejó el homenajeado Imanol Arias cuando recibió su Espiga de Honor de manos de Emilio Aragón e Irene Visedo, la que fue su hija en Cuéntame.
Imanol se tomó este premio como un estímulo a la hora de enfrentarse a otros 20 años de carrera y dijo que aún le quedaba mucho porque se encontraba "en tercero de Sacristán", en referencia al veterano actor. Emotivo y cercano volverá a estar en Valladolid al final de la SEMINCI para hablar del nuevo ciclo Cine y Vino al que tan vinculado está ya que posee viñedos en esta comunidad.
Mañana se espera un día de sorpresas ya que apenas tenemos información de lo que se va a proyectar. Y eso es bueno porque a lo mejor salta la Espiga de Oro, vaya usted a saber.