Si el cine español tiene un rostro, ése es el de Alfredo Landa. El navarro, muerto este jueves a los 80 años, es posiblemente el actor más querido y más popular de la industria. Y no sólo eso, también en uno de los más prestigiosos.
Landa era un chico de provincias, que se trasladó a Madrid con 25 años y toda la ilusión del mundo. Era un tipo normal, con un rostro común, que reflejaba mejor que ningún otro al español medio de los años 60 y 70, que se asombraba con la rapidez de las reformas que cambiaban el país de un día para otro. Y un actor como la copa de un pino, que dejó asombrados a sus críticos cuando demostró que era capaz de transformarse, dejar la comedia y hacer alguno de los mejores papeles dramáticos de la cine europeo de los últimos treinta años.
Landa debutó por la puerta grande, en una de las comedias más recordadas de los años 60, Atraco a las tres, de José María Forqué, junto a dos de sus inseparables compañeros de reparto en aquellos años, José Luis López Vázquez y Gracita Morales. Luego, llegarían títulos como La ciudad no es para mí, Las que tienen que servir, Cateto a babor, Venta a Alemania Pepe, Manolo la Nuit, o No desearás al vecino de quinto. Esta última se mantuvo durante más de tres décadas como la película más vista del cine español por número de espectadores y algunos expertos apuntan a que, en euros constantes, sigue siendo la película más taquillera de la historia.
Con estas comedias, con estos personajes, cercanos y entrañables, Landa consiguió lo que ningún otro actor, no sólo en España, sino en el mundo, había logrado, dar nombre a un género, el landismo, que marcó al país durante más de dos décadas.
Pero Landa no fue sólo landismo. Aunque muchos quisieron encasillarle, el navarro siempre se negó a ser un actor de un solo papel. No por eso renegó o se arrepintió de sus comedias, antes al contrario, las defendió con fiereza. Pero tampoco permitió quedarse en eso, en un actor acomodado detrás de un género.
Por eso, en cuanto se le dio la oportunidad, especialmente a partir de la segunda mitad de los años 70, Landa se transformó. El actor al que muchos despreciaban se consolidó como un titán de la escena, que resultaba convincente en el cine negro (El Crack) o el drama más descarnado (Los santos inocentes). En esta última etapa de su carrera realizó papeles tan destacados como los de La vaquilla, El bosque animado, Canción de cuna o La marrana.
No es extraño que comenzaran a lloverle los galardones y los premios que durante mucho tiempo se le habían negado, incluyendo el de Mejor Actor del Festival de Cannes junto a Paco Rabal por su maravillosa interpretación en Los santos inocentes. En España, recibió incontables galardones, entre los que destacan dos premios Goya a Mejor Actor por El bosque animado y La marrana (1992), ambas de José Luis Cuerda; el Príncipe de Viana de la Cultura 2008 y el Goya de Honor en 2007.
Y durante todo este tipo, mantuvo el cariño del público. No sólo sus películas estuvieron, durante los más de cuarenta años de su trayectoria, en los primeros puestos de la lista de más taquilleras. Es que cuando pasó a la pequeña pantalla, como en Lleno, por favor, serie que se retransmitió en Antena 3 a comienzos de los noventa y que fue líder de audiencia. Incluso entonces, 30 años después de comenzar su carrera y con un público y un país diferente, Landa seguía siendo el más querido.
Filmografía completa
1957
- El puente de la paz, de Rafael J. Salvia
1962
- Atraco a las tres, de José María Forqué.
1963
- La verbena de la Paloma, de José Luis Sáenz de Heredia.
- El verdugo, de Luis García Berlanga.
- Se vive una sola vez, de Arturo González.
1964
- La niña de luto, de Manuel Summers.
- Casi un caballero, de José María Forqué.
- Llegaron los marcianos, de Castellano y Pipolo.
- Nobleza baturra, de Juan de Orduña.
1965
- Historias de la televisión, de José Luis Sáenz de Heredia.
- Whisky y vodka, de Fernando Palacios.
- Ninette y un señor de Murcia, de Fernando Fernán Gómez.
- La ciudad no es para mí, de Pedro Lazaga.
- Hoy como ayer, de Mariano Ozores.
- Nuevo en esta plaza, de Pedro Lazaga.
- De cuerpo presente, de Antonio Eceiza.
1966
- El arte de no casarse, de Jorge Feliú y J. M. Font Espina
- El arte de casarse, de Jorge Feliú y J. M. Font Espina
- Las viudas (episodio), de José María Forqué.
- Amor a la española, de Fernando Merino.
- Los guardiamarinas, de Pedro Lazaga.
- ¿Qué hacemos con los hijos?, de Pedro Lazaga.
- Las cicatrices, de Pedro Lazaga.
- Despedida de casada, de Juan de Orduña.
1967
- Crónica de nueve meses, de Mariano Ozores.
- Pero ¿en qué país vivimos?, de José Luis Sáenz de Heredia.
- Las que tienen que servir, de José María Forqué.
- Novios 68, de Pedro Lazaga.
- Cuarenta grados a la sombra
- Un diablo bajo la almohada, de José María Forqué.
- Los subdesarrollados, de Fernando Merino.
- Los que tocan el piano, de Javier Aguirre.
- No somos de piedra, de Manuel Summers.
1968
- La dinamita está servida, de Fernando Merino.
- Una vez al año ser hippy no hace daño, de Javier Aguirre.
- ¿Por qué te engaña tu marido?, de Manuel Summers.
1969
- No disponible, de Pedro Mario Herrero.
- Las leandras, de Eugenio Martín.
- Cuatro noches de boda, de Mariano Ozores.
- Soltera y madre en la vida, de Javier Aguirre.
- El alma se serena, de José Luis Sáenz de Heredia.
1970
- La decente, de José Luis Sáenz de Heredia.
- Cateto a babor, de Ramón Fernández.
- No desearás al vecino del quinto, de Ramón Fernández.
- El diablo cojuelo, de Ramón Fernández.
- Vente a Alemania, Pepe, de Pedro Lazaga.
- Si estás muerto, ¿por qué bailas?, de Pedro Mario Herrero.
- Préstame quince días, de Fernando Merino.
1971
- Aunque la hormona se vista de seda, de Vicente Escrivá.
- No desearás la mujer del vecino, de Fernando Merino.
- Los días de Cabirio, de Fernando Merino.
- Vente a ligar al Oeste, de Pedro Lazaga.
- Simón, contamos contigo, de Ramón Fernández.
- No firmes más letras, cielo, de Pedro Lazaga.
- Los novios de mi mujer, de Ramón Fernández.
1972
- Guapo heredero busca esposa, de Luis M. Delgado
- París bien vale una moza, de Pedro Lazaga.
- Pisito de solteras, de Fernando Merino.
1973
- Las estrellas están verdes, de Pedro Lazaga.
- Manolo la nuit, de Mariano Ozores.
- Jenaro, el de los catorce, de Mariano Ozores.
- Un curita cañón, de Luis M. Delgado.
- El reprimido, de Mariano Ozores.
1974
- Dormir y ligar todo es empezar, de Mariano Ozores.
- Las obsesiones de Armando, de Luis M. Delgado.
- Fin de semana al desnudo, de Mariano Ozores.
- Celedonio y yo somos así, de Mariano Ozores.
- Cuando el cuerno suena, de Luis M. Delgado.
1975
- Solo ante el streaking, de José Luis Sáenz de Heredia.
- Los pecados de una chica casi decente, de Mariano Ozores.
- Tío ¿de verdad vienen de París?, de Mariano Ozores.
- Esclava te doy, de Eugenio Martín.
- Mayordomo para todo, de Mariano Ozores.
1976
- Alcalde por elección, de Mariano Ozores.
- El puente, de Juan Antonio Bardem.
1977
- Borrasca, de Miguel Ángel Rivas.
1978
- Historia de S, de Francisco Lara Polop.
- El rediezcubrimiento de México, de Fernando Cortés.
1979
- Las verdes praderas, de José Luis Garci.
- Paco el seguro, de Didier Haudepin.
- El alcalde y la política, de Luis M. Delgado.
- Polvos mágicos, de José Ramón Larraz.
1980
- El canto de la cigarra, de José María Forqué.
- Préstame a tu mujer, de Jesús Yagüe.
- El poderos influjo de la luna, de Antonio del Real.
- Forja de amigos, de Tito Davison.
1981
- El crack, de José Luis Garci.
- Profesor Eroticus, de Luis M. Delgado.
- La próxima estación, de Antonio Mercero.
1982
- Piernas cruzadas, de Rafael Villaseñor.
- Un Rolls para Hipólito, de Julio Busch.
1983
- El crack II, de José Luis Garci.
- Las autonosuyas, de Rafael Gil.
1984
- Los santos inocentes, de Mario Camus.
- Una rosa al viento, de Miguel Iglesias.
1985
- Los paraísos perdidos, de Basilio Martín Patino.
- La vaquilla, de Luis García Berlanga.
1986
- Bandera negra, de Pedro Olea.
- Tata mía, de José Luis Borau.
1987
- Biba la banda, de Ricardo Palacios.
- El pecador impecable, de Augusto M. Torres
- El bosque animado, de José Luis Cuerda.
1988
- Sinatra, de Francesc Betriu.
1989
- El río que nos lleva, de Antonio del Real.
- Bazar Viena, de Amalio Cuevas.
1991
- Marcelino, pan y vino, de Luigi Comencini.
1992
- Aquí el que no corre, vuela, de Ramón Fernández.
- La marrana, de José Luis Cuerda.
1994
- Canción de cuna, de José Luis Garci.
- Por fin solos de Antonio del Real.
1995
- El rey del río, de Manuel Gutiérrez Aragón.
1996
- Los Porretas, de Carlos Suárez.
2000
- El árbol del penitente, de José María Borrell.
2002
- Historia de un beso, de José Luis Garci.
- El refugio del mal, de Félix Cábez.
2003
- La luz prodigiosa, de Miguel Hermoso.
- El oro de Moscú, de Jesús Bonilla.
2004
- Tiovivo c. 1950, de José Luis Garci
2007
- Luz de Domingo, de José Luis Garci.