La semana internacional de cine de Valladolid llega a su fin y parece haber dejado para el final dos de las mejores películas que se han proyectado. Los directores de ambas ya fueron galardonados con la Espiga de Oro en este festival. Así, el ganador de la Espiga de Plata en la 41 edición de la SEMINCI, Jacques Audiard, vuelve a Valladolid para participar con su nuevo largometraje, De óxido y hueso, una desgarradora y descarnada historia de lucha, amor y redención del protagonista la oscarizada y cada vez más internacional, Marion Cotillard.
El director es fiel a la forma pero no al contenido y da vida a unos personajes que en el texto en el que está basada la película no existían. El director de la aclamada El profeta crea una narración en la que una vez más se sumerge en un mundo marginal donde la fuerza bruta y la fragilidad extrema, entre lo animal y lo humano, se unen en la fatalidad y emprenden un viaje hacía la liberación.
La otra película Al nacer el día del director, Goran Paskaljevic, ganador de tres Espigas de Oro, vuelve a Valladolid con la historia de un hombre ya anciano que descubre sus verdaderos orígenes enterrados en un campo de concentración en Belgrado. La película va a seguir al protagonista a lo largo de la búsqueda de esa identidad perdida y de ese horror que vivieron sus verdaderos padres judíos en un lugar donde ni siquiera hay una placa que explique el holocausto allí sucedido. Bellísima e impresionante película que suponemos se irá con algún premio.
Y ya que estamos, podemos adelantar la película de clausura que no compite en la sección oficial, El ladrón de palabras, que no es a nuestro juicio una película merecedora de tal honor. Confusa y en muchos momentos aburrida cuenta la historia a tres bandas y en tres tiempos históricos distintos que aleja el argumento original a los 20 minutos de haber comenzado.
Entre otras cosas uno de los grandes fallos es la elección de Bradley Cooper como protagonista absoluto del film. Mención aparte merece la interpretación de Jeremy Irons, sin duda lo mejor de la película. Dentro de unas horas sabremos la lista de los premiados y como siempre y como suele ocurrir, no coincidirá con el gusto de la crítica, público y prensa aquí desplazada.
Pero en fin esta es una historia que se repite en todos los festivales. Adiós SEMINCI, hasta el año que viene.