Hollywood aterriza en la SEMINCI junto al peor cine catalán

Nos despertamos con lo que a mi juicio es la película más aburrida y desagradable que hemos visto en esta 57 edición del festival internacional de cine de Valladolid. Claro que todavía nos puede quedar otra joyita.

La Lapidation de Saint Étienne es una coproducción entre Francia, el Gobierno catalán y la TV catalana, valga la redundancia. Les debe sobrar mucho dinero para apoyar un film al que estamos seguros no va a ir a ver nadie. La historia es la de un anciano prácticamente recluido en su piso lleno de suciedad, hedor y desorden que no quiere mover nada a pesar de los ruegos de su hija y su hermano, así como de los vecinos que soportan a este buen hombre que sigue obsesionado con la presencia de su mujer y su otra hija fallecidas.

El ritmo, la interpretación y el guión no nos gusta, aunque habrá un sector progre que intentará sacar valores que yo al menos no he visto. El polo opuesto surge de una película independiente americana que responde al nombre de Amor y letras (Liberal Arts). Una comedia que si aquí hubiera premio del público, estamos seguros de que se lo llevaría por la ovación que ha tenido el final de la proyección.

Fundamentalmente el film cuenta la inmadurez de un hombre de 35 años que no quiere crecer y añora sus tiempos de universidad. La vida le va a conducir de nuevo a ella gracias a la invitación de un antiguo profesor que se jubila, magnífico Richard Jenkins, para encontrarse con una joven de 19 años, Elisabeth Olsen, (hermana de las gemelas Olsen y una estrella emergente) que es su polo opuesto supliendo la madurez que le falta a él.

Los miedos harán que no cuaje el romance pero sí encontrará su camino. La película dirigida, escrita e interpretada por Josh Radnor no pretende más que reflejar un trocito de vida a través de la sonrisa que no está nada alejada de la realidad.

Estamos seguros de que el jurado ni la tendrá en cuenta, pero atención a su estreno en el resto de España, que será en breve, porque probablemente puede funcionar muy bien en taquilla, que al final de eso se trata, de que la gente vaya al cine.