Resumimos algunas de las películas con playas de por medio que han surgido durante un curioso brainstorming en la redacción.
Tiburón
No podemos hablar de playas y olvidarnos de la película que metió el miedo en el cuerpo a los bañistas de todo el mundo. Los efectos de la película de Spielberg fueron aún más allá, provocando que Hollywood descubriera que el estío veraniego puede ser una etapa fuerte en los cines, igual de devastadora en taquilla que cualquier otra.
De aquí a la eternidad
Ganadora de ocho Oscar, incluyendo mejor película, la cinta de Fred Zinemann sigue la pista de varias historias, incluyendo algunas de amor, en los días previos al bombardeo japonés a Pearl Harbor. El revolcón playero de Burt Lancaster y Deborah Kerr es una de las imágenes más famosas del Séptimo Arte.
Le llaman Bodhi
La película de Kathryn Bigelow (En tierra hostil) es un verdadero monumento a la testosterona. Dos machos alfa (Keanu Reeves y Patrick Swayze), una amistad a ambos lados de la ley, la atracción del peligro y los deportes extremos... todo se mezcla en un policiaco que de tan masculino, casi se ha convertido en icono gay.
El lago azul
Este exitoso romance juvenil dirigido por Randal Kleiser (Grease) lanzó a la fama a una adolescente Brooke Shields y proporcionó una serie de imágenes de exótico erotismo que marcaron a los espectadores de aquel lejano 1980. Y también un puñado de Razzies. ¿Alguien se acuerda de su secuela, protagonizada por Milla Jovovich?
Náufrago
La odisea de Tom Hanks y su pelota Wilson es de las más emotivas de la última década. La arriesgada apuesta del cineasta Robert Zemeckis (Forrest Gump) no es tanto un relato de supervivencia como sobre la soledad, el tiempo y el amor. La cinta se rodó en dos partes para permitir que Hanks llevase a cabo su radical adelgazamiento.
Agente 007 contra el Dr. No
La primera aventura del agente con licencia para matar nos regaló la icónica imagen de Ursula Andress en bikini blanco saliendo del mar, que Halle Berry trató de repetir décadas después en Muere otro día. Cincuenta años más tarde –este año es su cincuentenario- seguimos esperando aventuras del agente 007.
La Playa
Leonardo DiCaprio quiso irse a la playa después del taquillazo de Titanic y el resultado fue dispar. Dirigida por Danny Boyle a partir de una novela de Alex Garland, la película no funcionó como se esperaba.
El gran miércoles
La película de John Milius fue uno de los grandes fracasos de finales de los setenta y contribuyó a la dilapidación artística de su autor, pero sigue siendo mejor y más evocadora que Blue Crush y casi cualquier otra odisea surfera. Un grupo de amigos dedican su vida a surfear y conocer chicas. Y en el fondo, el trauma de Vietnam.
Piratas del Caribe
La cinta que ha convertido a Johnny Depp en uno de los iconos comerciales de la última década –quien se lo hubiera dicho a él- resume los defectos y virtudes de las producciones veraniegas Disney. La ruidosa música de Hans Zimmer ilustra en todo momento una fantasía de imaginación y humor moderados y presupuesto mastodóntico.
Salvar al soldado Ryan
El desembarco de Normandía con el que Spielberg dio comienzo a su odisea bélica es un espectáculo brillante pero difícil de tragar. Pero siempre viene bien recordar los sacrificios del pasado.
Lucía y el sexo
Julio Medem se despendola libre de ataduras en una onírica y evocadora fantasía de amor, sexo y muerte en el paisaje ideal de Formentera.
Barridos por la marea
Era ésta, o Seis días y siete noches. Al menos, en el caso de la presente pueden recurrir a la versión de italiana de los setenta, Insólita aventura de verano, y no a aquello perpetrado por Guy Ritchie y su entonces esposa Madonna.
Playa sangrienta
Quizá los protagonistas de Barridos por la marea se equivocaron de película. Quizá estaban destinados a pulular por los fotogramas de Playa sangrienta, un curioso exploit de Tiburón que en su momento gozó de cierto éxito. Esta vez la amenaza no estaba en el mar, sino en la arena...