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Juan Manuel González

'Más allá de la vida': Clint Eastwood, cara a cara con la muerte

Póster Más allá de la vida

Más allá de la vida cuenta la historia de tres personas que han experimentando la muerte de maneras distintas. Un americano que tiene una conexión con el otro mundo (interpretado por el cada vez más sólido Matt Damon); una francesa que fue reanimada tras morir ahogada y un niño londinense que pierde a la persona más cercana.

La noticia de que Clint Eastwood se iba a embarcar en el thriller sobrenatural que ahora comentamos resultó casi tan sorprendente como la que hemos conocido hoy mismo, la de que dirigirá nada menos que el musical Ha nacido una estrella con Beyoncé de protagonista. Se trata de un síntoma indiscutible de que nos encontramos ante un cineasta que, pese a ser ya octogenario, se resiste a la parálisis creativa y piensa que la inspiración sólo te puede llegar trabajando.

Más allá de la vida ha recogido críticas desiguales en su exhibición mundial, algunas en cierto grado inmerecidas. La película es mucho más una melodía triste y reposada que un verdadero filme de intriga, una pequeña poesía elegiaca en la que Eastwood reflexiona sobre la muerte sin arrogancia y sin autocomplacencia, que un artificioso thriller fantástico.

Eastwood empieza el filme capturando al espectador con nada menos que un tsunami –una de las pocas ocasiones del metraje en la que se deleita con el suspense, por no mencionar su eficaz uso de loe efectos digitales- pero pronto opta por entregar un thriller fantástico facturado por su parsimonia habitual, un filme que huye de imágenes de impacto pero también de la excesiva sensiblería y melodramatismo que se le presupone a semejante tema. El director de Million Dollar Baby se muestra más preocupado en paladear ciertos episodios románticos (por cierto: maravillosa Bryce Dallas Howard) y demuestra además gran habilidad con el montaje, al presentar ágilmente tres historias separadas sin caer en los formalismos de una fragmentación excesiva.

Una pena que, a pesar de todo lo anterior, el ritmo de la película se demore más de la cuenta, fundamentalmente por una duración de la que se podían haber recortado diez o quince minutos innecesarios que dan la impresión de que la trama se desarrolla sin objetivo concreto. Más allá de la vida no es el mejor Eastwood posible pero sí resulta una obra sincera, auténtica y misteriosa. A mí me vale.

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