En 1955, en Colonia Tabacalera (Ciudad de México) se conocieron el Che Guevara y Fidel Castro, un encuentro que cambió el rumbo de Cuba porque supuso el empujón definitivo para planear la revolución en la isla. Hoy en día, una escultura a tamaño real de 250 kg, obra de Oscar Ponzanelli, conmemora ese momento que tanta hambre, pobreza e injusticia trajo consigo.
Los artistas españoles Omar Jerez y Julia Martínez, comprometidos con los derechos humanos, han viajado hasta este lugar para denunciar, mediante una irónica performance, la miseria que el comunismo ha instalado en Cuba. Bajo el título Reparto Equitativo, han ejercido "una reflexión crítica y directa sobre la existencia en espacios públicos de icónicos símbolos que atentan contra los derechos fundamentales del ser humano".
"Mientras se homenajea a personajes totalitaristas como Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, en Cuba el hambre asola a los ciudadanos. Un hambre creada por su revolución, un hambre que mata", lamentan.
Tirando de ironía, se han sentado en el mismo banco que comparten las esculturas de estos dos personajes y han degustado diez alimentos que, hoy en día, en Cuba, son prácticamente imposibles de conseguir: manzana, frutos secos, leche, aceite de oliva, Nutella, champiñones, carne de cerdo, pechuga de pollo, carne de res, pescados y mariscos.
Con esta simple pero directa intervención, invitan "a la reflexión social y a la crítica sin anestesias" donde el acto de comer alimentos "inaccesibles para los ciudadanos comunes" se transforma en "un grito silencioso por la libertad e integridad del pueblo cubano".
Jerez y Martínez llevan años tratando de zarandear conciencias a través de performance con las que se han convertido en referentes del arte crítico en España, prescindiendo para ello de financiación pública. No es la primera vez que señalan la lacra del comunismo. El pasado octubre, a través de una intervención titulada Blanqueamiento criminal, quisieron desenmascarar al "racista y homófobo" Che Guevara y reflexionaron sobre el ejercicio de blanqueamiento al que ha sido sometido el argentino.
Asimismo, denunciaron en Alsasua "la involución humana" de los que agredieron a los guardias civiles. crearon una base arquitectónica que simulaba el espacio físico donde estuvo secuestrado 532 días Ortega Lara. En 2013, con el título "Omar Jerez en el país de las maravillas", se paseó por la zona proetarra de San Sebastián maquillado como si acabase de sufrir un atentado.