El Museo del Prado acoge la exposición "Pasiones mitológicas: Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Van Dyck, Velázquez", que estará hasta el próximo 4 de julio, con la que recupera "obras que forman parte de su ADN" de la colección real, tal y como explicó el director de la pinacoteca, Miguel Falomir. Constituye una ocasión irrepetible para contemplar una de las mejores selecciones de la pintura mitológica que se hizo en Europa en los siglos XVI y XVII.
Organizada por el Museo Nacional del Prado, la National Gallery y el Isabella Stewart Gardner Museum, y comisariada por Miguel Falomir, director del Museo del Prado, y Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado, la exposición plantea un recorrido por el amor mitológico de la mano de las grandes figuras de la pintura europea a través de un total de 29 obras.
Entre los préstamos más relevantes de la exposición se encuentran una Venus y Cupido pintada a partir de un dibujo de Miguel Ángel, Andrómeda y Perseo de Veronese o Paisaje durante una tormenta con Píramo y Tisbe de Poussin y, en especial, cinco de las seis (la sexta pertenece al Prado) llamadas Poesías que Tiziano pintó para Felipe II. A esas pinturas se unen obras clásicas de la propia colección del Prado como Las Hilanderas de Velázquez o Las tres Gracias de Rubens, que este proyecto ayuda a contextualizar.
"Con esta exposición buscamos el acercamiento a formas de sentir y pensar aprendidas de los escritores de la Antigüedad que definieron la cultura europea de los siglos XVI y XVII. La idea de que la belleza, el deseo, el amor y el sexo están íntimamente conectados entre sí y de que estamos a su merced, como lo estamos a la de la naturaleza, forma parte de esa cultura", afirmó Alejandro Vergara.
En la mitología griega y romana el amor, el deseo y la belleza están íntimamente relacionados y dominan las vidas de los dioses y los humanos. Los textos que se refieren a estos asuntos –la Ilíada y la Odisea de Homero, las Metamorfosis de Ovidio, la Eneida de Virgilio entre otros– fueron muy estimados por los artistas del Renacimiento y el Barroco, que buscaron representarlos con sentimiento intenso.
Las obras presentes en esta exposición representan el culmen de una forma de entender la pintura, y por ello han sido objeto de veneración durante siglos. La exposición reúne 29 obras, 16 del Museo del Prado y 13 procedentes de otras instituciones. Especialmente destacable es el hecho de que, por primera vez desde el siglo XVI, se podrán ver en España las pinturas mitológicas que Tiziano pintó para el rey Felipe II entre 1553 y 1562, las famosas "poesías". Esta es la primera ocasión en la que estas obras se pueden ver juntas gracias a la colaboración excepcional entre el Museo Nacional del Prado, que conserva Venus y Adonis (1554), la National Gallery de Londres y las National Galleries of Scotland que conservan, de forma compartida, Diana y Acteón y Diana y Calisto (1556-59), y el Isabella Stewart Gardner Museum que conserva El rapto de Europa (1559-62).
A estas cuatro obras se unirán la Dánae de la Wellington Collection, que fue identificada recientemente como la primera de la serie, y el Perseo y Andrómeda de la Wallace Collection completando así la serie que el propio Tiziano denominó Poesías y que se encuentran entre las más importantes de su producción no solo por su calidad artística, sino también por el modo en que el artista abordó en ellas el relato pictórico de historias literarias.