A pesar de que popularmente asociamos la animación con los niños y las películas de dibujos, las posibilidades de este sector son hoy en día extraordinarias. También solemos mirar de puertas para fuera, admirar con asombro a Hollywood sin ser conscientes de que España exporta historias, personajes y talento. Nuestro país, dicen los expertos, es pionero en animación. Forman parte de nuestra vida Willy Fog, David el gnomo o Klaus y tienen mucho de españoles.
Las salas de la Imprenta Municipal–Arte del Libro acogen desde el 19 de diciembre y hasta el 11 de abril de 2021 Animación.es: Una historia en una exposición, una muestra, organizada por el Museo ABC con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, que incluye unas 400 piezas entre material inédito —bocetos, acetatos, dibujos, storyboards…— y fotogramas originales de esta disciplina, que contextualizan además con material de promoción como juguetes, carteles y cromos.
"España es un país muy rico en animación, somos una de las principales industrias a nivel mundial, con profesionales reconocidos en todo el mundo. Vivimos una etapa dorada con producciones premiadas y reconocidas en todo el mundo. Con esta exposición, queremos homenajear a los profesionales de la animación en España y rescatar parte de un patrimonio que solemos olvidar. Ponemos en valor grandes clásicos y obras menos conocidas, pero, sobre todo, a quienes las hicieron", explica a Libertad Digital Samuel Viñolo, profesor del centro universitario U-tad y uno de los comisarios de la muestra.
"El gran error que se ha tenido siempre sobre la animación es pensar que más que una técnica era un género, es decir, eran películas de dibujos animados para niños. La animación es un conjunto de técnicas que se usa para contar historias de cualquier género. Hay historias de aventuras familiares, que son las que han hecho más populares a la animación, pero hay dramas, western y comedias. Ha tenido la gran virtud de llegar a todo tipo de público y ha madurado haciendo contenidos más sofisticados. Encontramos Buñuel en el laberinto de las tortugas, que ganó un Premio Goya, o Arrugas, que trata del alzheimer, pero incluso las orientadas al mundo familiar han conseguido contar historias con distintos niveles de lectura que llegan tanto al público joven como al adulto", reivindica José A. Rodríguez Díaz, profesor del centro universitario U-tad y otro de los comisarios de la muestra.
La exposición se bifurca en dos puntos de vista. Por un lado, descubre los autores y las películas más significativas; y, por otro, recorre su evolución desde el punto de vista técnico, desde que se hacía magia con un simple lápiz hasta llegar a la última tecnología. La muestra se detiene en los que dieron los primeros pasos, con especial cariño a la figura del aragonés Segundo de Chomón. "En España hemos sido pioneros en animación en muchos momentos. A principios del siglo, incluso antes de que se estrenase Blancanieves, el primer largometraje de animación, ya había una industria bastante floreciente de la animación en España realizando cortos", desvela José A. Rodríguez. El recorrido cronológico avanza por los años 40, cuando se crean los primeros largometrajes animados con Garbancito de la Mancha (1945), del estudio catalán Balet y Blay. "España fue el primer país europeo en hacer un largometraje de animación en 2D en color y primero también en usar la técnica de acetatos", dice.
Con la entrada de los televisores en los hogares españoles, la animación conquista la publicidad –mítico anuncio de Cola Cao–. El Estudios Moro, en Madrid, de los que surgen la familia Telerín o la Calabaza Ruperta, comienza a usar nuevas técnicas que serán claves en las décadas siguientes. Destaca el nombre de Pablo Núñez, creador de créditos animados para grandes del cine como Orson Welles, Luis Buñuel o José Luis Berlanga.
En los 70 y 80 nacen series de televisión que muchas generaciones de españoles –y europeos– llevan intrínsecamente asociadas a su infancia: D’Artacán y los tres mosqueperros (1982), La vuelta al mundo de Willy Fog (1983) o David, el gnomo (1985), todas ellas del estudio BRB Internacional y exportadas a muchos países. "Nace en este momento una generación de profesionales muy interesante que dieron el salto más tarde a producciones internacionales como Los Picapiedras o Roger Rabbit", revela Samuel Viñolo.
La era digital
Con la llegada de la era digital, que arrancó en 1990, encontramos Los Fruittis (1990), Pocoyó –que salió en la portada de The Wall Street Journal– o Tadeo Jones (2012), entre los más populares. "El primer largometraje en 3D que se hizo en el mundo fue Toy Story en 1995 y solo dos años después el primer largometraje en 3D europeo se hizo en España: Los Megasónicos (1997). En 2001 se hizo El bosque animado, que tuvo mayor repercusión que el primero", explica Rodríguez.
Actualmente, la animación española vive un momento de esplendor incomparable, plantando cara a nivel internacional a gigantes de la industria. "España es uno de los líderes europeos y mundiales. Hoy la animación supera lo que entendemos por animación al uso. Detrás de una superproducción con efectos especiales hay animación e incluso en largometrajes de acción real en los que no sospechamos que puede haber. Esto hace que haya muchas posibilidades laborales y que nuestros profesionales estén por todo el mundo", insiste Viñolo.
"El año pasado una película española, Klaus, fue candidata al Oscar a Mejor película de animación. Ganó siete premios Annie, los premios de animación más importantes del mundo, y un Bafta. Netflix eligió un estudio español para hacer su primera película de animación propia. También, la idea original de Gru, mi villano favorito, película que se hizo en Francia con un estudio americano, es de Sergio Planos, director y animador español. Lo bonito de la exposición es que cuenta estas cosas que no son conocidas para el gran público y que demuestran todo lo que aporta España a la animación mundial".
La muestra, además, trata de explicar al visitante la parte técnica: la evolución del dibujo a mano al 3D y los procedimientos que se emplean para la creación de contenidos: stop motion (animación fotograma a fotograma), el cut out (animación con recortes), la animación tradicional 2D, el 3D –que se desarrolla por ordenador–, animación con marionetas, con arena y otras técnicas de animación experimental.
Ficha técnica:
Nombre: Animación.es: historia de una exposición
Comisarios: Samuel Viñolo Locubiche y José A. Rodríguez Díaz, profesores del centro universitario U-tad.
Fecha: Del 19 de diciembre al 11 de abril de 2021
Lugar: Imprenta Municipal-Artes del Libro (Calle de Concepción Jerónima, 15, Madrid)